CAMINANTE, SÍ HAY CAMINO
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, sí hay camino:
se hace caminoal andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que otros
sí volverán a pisar.
Caminante, sí hay camino,
Se hace camino al amar.
Así, glosando los versos de Machado, caminé un tramo del Camino de Santiago en Pamplona, unos diez kilómetros (con otros tantos de regreso) desde Cizur, pasando por el pueblo de Zariquiegui, hasta llegar al Alto del Perdón. Según http://xacopedia.com/Perd%C3%B3n_alto_del tiene 700 m de altura y hace de barrera natural entre la cuenca de Pamplona y Valdizarbe. A 699 km de Santiago. El nombre de este monte evoca esa perdonanza grande y universal que conlleva la gracia jubilar. En este lugar se encuentra desde el año 1996 un conjunto escultórico del artista Vicente Galbete que simula una procesión ritual egipcia. Instalado por la Asociación de Amigos del Camino de Navarra, el monumento representa la evolución del Camino de Santiago a través de una caravana de romeros de distintas épocas -con sus caballerías- que son guiados por la Vía Láctea. Los peregrinos actuales aprovechan el lugar para hacer un descanso y vestir a sus representaciones escultóricas con camisetas, lazos o sombreros viejos. El lema que remata la obra resume, en gran medida, el espíritu del lugar: "Donde se cruza el camino del viento con el de las estrellas". En este punto hubo antiguamente una ermita y un hospital dedicados a la Virgen del Perdón, tal y como recuerda un pedestal. Según la leyenda, el diablo hizo manar la fuente de la Teja o Reniega -en la subida a la sierra- para tentar a un peregrino, ofreciéndole agua si renegaba de Dios, de la Virgen o, cuando menos, de Santiago, pero fue rechazado por tres veces. Desde aquí se divisa una parte de Pamplona y las lomas que ocultan Puente la Reina. En la bajada estuvo el poblado de Aquiturrain, que fue abandonado en el siglo XV.
Era el 1 de marzo, Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, día que lució realmente espléndido. Nada como seguir las huellas de excelentes compañeros, compartiendo sus ojos para ver, su corazón para sentir, su mochila presta para el puntual yantar. Lindo paisaje y motivador paisanaje, con gigantes molinos de viento de nuestro mundo moderno. A punto de estrenarse los primeros brotes primaverales, verde, horizonte, y, en lontananza, el Camino de Santiago, discípulo del que es CAMINO de verdad y de vida. ¡Qué rica mañana para alabar al Señor, para gozar del patrimonio natural y cultural de Navarra, para compartir la amistad!
Sigo tarareando las notas de Machado –popularizadas por Serrat e Ibáñez- y las recreo a mi manera:
Caminante, sí hay Camino,
se hace camino al rezar,
golpe a golpe, paso a paso
nunca te canses, sigue adelante,
es muy fácil, no te apures, despacio,
respira, sonríe, vive el instante,
y, cuando menos lo pienses,
llegarás a la cima con ritmo constante.