Ya he visitado este sitio y he escrito sobre él (puedes ver aquí esa entrada) cuando me fui a caminar durante un invierno de hace años por el simpático barrio de LEHEL hasta el parque. Pero esta vez quería buscar una zona menos conocida de este gran espacio verde, y creo que lo encontré. Es inevitable no hacerlo, claro, con el tamaño gigante que tiene el parque siempre hay áreas adonde los turistas no llegan.
Una de las mejores formas de acercarse al JARDÍN INGLÉS es desde mi barrio favorito en Munich: SCHWABING, se puede callejear por allí mirando casas art decó y art noveau que son una verdadera maravilla hasta entrar en los primeros bosquecillos del gran jardín.
Pero otra, y es sobre la que voy escribir aquí, es desde la larga calle RONSENHEIMER que desemboca justo en el río ISAR. Esta es una ruta que debo hacer sí o sí ya que mi hermano vive en esa calle así que mis caminatas hacia el centro de la ciudad van por aquí. Pero ahora propongo un desvío, en vez de cruzar el puente de LUDGWIG mejor hay que torcer a mano derecha y casi inmediatamente el caminante se encontrará con los primeros árboles de lo que se denomina el SÜDTEIL del Jardín Inglés, es decir, algo así como la parte sur, zona adonde no viene casi nunca turista alguno… al menos en otoño e invierno.
En fin. Pronto llegas hasta el puente de MAXIMILIANO y allí, a tu derecha, aparece la grandiosa y cóncava fachada del MAXIMILIANEUM, sede del senado bávaro. También he escrito sobre este sitio por si te interesa. Yo continuó di-vagando a través del parque, siguiendo senderos de tierra, haciendo crujir con la suela de la bota esas hojas marchitas que han empezado a caer, oyendo el cantar de algún pajarillo, tratando de entender cómo es posible que haya tanto silencio en una de las capitales más importantes de Alemania. Soy hijo del ruido, me he amamantado de bocinazos y gritos, el silencio siempre me llama la atención, excúseme el improbable lector.
Cruzo el puente de Luitpold y me encamino por la calle PRINZREGENTEN, a la altura del MUSEO NACIONAL BAVARO (ver entrada anterior) me encamino hacia la parte norte del JARDÍN INGLÉS, aquella en la que es ya normal ver gente corriendo, paseando al perro, turistas tomándose el selfie de rigor: es momento de cambiar la tranquilidad por el ajetreo. Así que aquí estamos, en el corazón mismo de uno de los parques interiores más grandes del mundo (ha dejado atrás en tamaño al Central Park de Nueva York y Hyde Park de Londres), y que al año produce 70 toneladas de basura, principalmente por los desperdicios que dejan los visitantes… así que ya sabes viajero.
Es hora de salir del JARDÍN INGLÉS. Un camino me lleva hasta una calle del barrio de SCHAWBING, por allí me meto, pensativo, añorante, pero contento. Pablo La ruta que seguí marcado en Google Maps, por si acaso.