Camino a la adolescencia: renovando mensajes

Por Mchristine @fnuestrodiario

¿Nos preocupamos de renovar con el paso del tiempo los mensajes de enseñanza que damos a nuestros pequeños? Entre momentos de duda y certeza criamos a nuestros hijos a nuestra manera. Damos pautas e inculcamos cada día hábitos de conducta esenciales para que nuestro bebe aprenda a lidiar con el mundo que le espera fuera de nuestras lindes.

Entre otras enseñanzas la de defenderse es una de las que más nos preocupa. "Entrenamos" a nuestros hijos de pequeños a con la típica frase "si te pegan, tu pegas" (considerada una medida errónea hoy en día, aunque muy común) ante la posibilidad de que se encuentre con el típico pegón del parque o del cole. En ocasiones nos olvidamos de que crece con esa enseñanza si no corregimos esa información a tiempo que corremos el riesgo de que ante una ofensa o una afronta tu hijo responda con los puños. Como adultos conocemos esto como una reacción desproporcionada ante todo pero el niño es quien mide en el momento como le sienta la ofensa y como responderá ante ella.

                                    

Con la llegada de la adolescencia llega también a la conciencia de nuestros hijos como se defenderá ante situaciones donde se enfada, le insultan o hacen algo que no les agrada. "Si te pegan, tu pegas" ¿Es valida esta frase ahora? No podemos calcular la cantidad de niños conflictivos con los que se podrá cruzar tu hijo hasta que crezca algo más, pero si exageramos un poco podemos llegar a tres trifurcas semanales en las que puede pasarle de todo, entre otras que se convierta en el matón. Está claro que el niño madura con la edad va adaptando su manera de reaccionar ante situaciones de su día a día pero como padres debemos asegurarnos de que ha superado las etapas y que sabe como gestionar los sentimiento de desagrado, enfado y hasta la ira. Debemos asegurarnos de que comprende y acepta  que con violencia no se solucionan las cosas, que siempre podrá contar con la ayuda de sus padres para solucionar temas dentro y fuera del hogar; evitando así que nos excluya de asuntos que cree que no nos corresponde.

Una buena de empezar es olvidar el asunto de “si te pegan, pegas”. Retire esta enseñanza de tu vocabulario. Al contrario de que pueda pensar mucha gente eso no convertirá a su hijo/a en el saco de boxeo del barrio. Pídele que te comunique a ti o al adulto más cercano y las veces que haga falta (no te muestres cansado ante las quejas de tu hijo/a en este sentido) cualquier situación en la que se sienta abusado, que no tenga secretos contigo en estos temas. Muchas veces debemos interferir en temas que consideramos “cosas de niños” para dejar claro que nuestro hijo/a tiene a unos padres que están presentes y que no permitirán bajo ningún concepto que les avasallen.