El lunes tenía que realizar 4,8 kilómetros. Acostumbrado a correr un poco más, hice 6,8 Kms a los que le añadí un poco de técnica de carrera y un par de ejercicios de miembro superior. Fue una carrera especialmente rápida, a una media de 4:43min/km y con buenas sensaciones.
El miércoles sí que cumplí. Realicé los 8 kms que dictaba el plan de entrenamiento. Al finalizar, le añadí unas series de 4 x 250m con un ligero desnivel positivo. Unos buenos estiramientos, y a descansar.
El viernes, decidí que no tenía demasiadas ganas de salir a correr, por lo que me reservé un poco. El sábado, salí "de prisa y corriendo" a hacer la tirada larga. Fueron unos 12-13 kms, cuando el plan sólo dictaba realizar 11,2...pero bueno.
Esta semana ha servido para relajar el número de kilómetros. El entrenamiento se me está haciendo un poco cuesta arriba, pese a sólo llevar tres semanas.
Hay una serie de molestias que vengo sufriendo desde hace tiempo en tobillos, espalda y sobre todo en el estado de ánimo. Lo físico es lo que más cuesta sacar adelante, ya que no tengo bien localizada la causa de las molestias: estar pasado de peso, necesidad de usar plantillas, mala técnica de carrera, necesidad de reforzar el tren superior...no lo tengo claro.
Lo importante es no derrumbarse, seguir adelante y tratar de buscar "lo que falla" antes de que vaya a más. El lunes, comenzaré a cuidar un poco más la nutrición y a realizar ejercicios de refuerzo osteoarticular en las zonas más tocadas.
Además, a partir de Diciembre empezaré a escribir sobre un tema que manejo más que el running: la natación. Intentaré apuntarme a la piscina, ir un par de días en semana, de tal forma que equilibre las dismetrías que me provoca correr. Además, volveré a disfrutar del deporte que mejor se me da.
Mi consejo para esta semana es simple: no rendirse ni venirse abajo. A lo largo del entrenamiento, pueden surgir ciertas dificultades que te costará superar. En el caso de que te sobrevenga alguna de ellas, lo mejor es pararse a pensar cómo mejorarlo y buscarle soluciones lo antes posible.
Es, lo que algunos llaman como "control de daños". Siempre hay solución a todos los problemas, aunque sea más fácil o más difícil arreglarlos. Seguid siempre adelante. Luchad. Porque se puede salir adelante e incluso aprender una lección para que el problema no vuelva a asediarnos.
Un saludo, y mucho ánimo. Mañana comenzamos con la semana cuatro del entrenamiento. A por todas, maratonistas.