Camino de Santiago: Comuna Hippie de Matavenero, León-España

Por Heltroger

Hace seis años hice por primera vez el Camino de Santiago y durante la primera noche de mi peregrinar en el Albergue del Pilar en Villafranca del Bierzo conoci a la mujer de mis sueños, la que habia anhelado por siempre, se llamaba Christine, conversámos largas horas y un sentimiento surgio entre nosotros como si se tratara de una pequeña llama que nos podia llegar a consumir, yo estaba completamente seguro que con tiempo y paciencia ese incipiente amor se podria convertir en una gran pasión que nos incendiaria completamente pero, ella se veia atribulada y era recurrente con su melancolia y haciendo una sintesis podria repetir casi de memoria hoy sus palabras: Ella me decia, estoy harta de la gran ciudad, de vivir entre contaminacion, horarios y demas cosas inútiles para la existencia humana. Me gustaría encontrar un lugar a donde ir y poder ser libre. Nos juramos amor eterno y nos separamos, lo que crei que seria una separación temporal duró hasta hace dos semanas.

En mi segundo Camino de Santiago esquive a proposito a VillaFranca y recale en Foncebadón, un pueblo que esta 5 Km. mas al norte, allí se respiraba otro ambiente y conversando con la gente empece a comprender la magia del entorno, hoy decir que a 20 km. de allí habia uno de los poblados ecológicos más famosos de España. La aldea de Matavenero llevaba cerca de 20 años abandonada y a principios de los 90’ gentes del movimiento hippie The Rainbow Family (Familia del Arcoiris) empezó a rehabilitarla y transformarla en una comuna hippie basada en la agricultura ecologica y en la autosuficiencia, ademas son un grupo de personas comprometidas con los valores de no violencia, el igualitarismo y la ausencia de jerarquias. A pesar del ambiente de libertad, en toda la colectividad existen normas, entre las que se cuentan no comer carne, no beber alcohol y no consumir drogas duras.

Esa noche no pude conciliar el sueño, me revolvia intranquilo en la cama y al despuntar el alba ya habia encontrado la determinación de ir tras ella, estaba seguro que donde habia perdido su rastro la encontraria, armado de un valor que no sentia me lance a la aventura y con unas señas que habia apuntado en un papel fui a buscarla, mi corazón me animaba, lo que pudo haber sido y no fue era suficiente para mi, camine y camine y tras 6 horas en medio de las montañas encontre la aldea perdida, estaba mimetizada con el paisaje y esquivaba a los extraños, me tropece a boca de jarro con un hombre que por su aspecto me parecio alemán y le pregunte Ist Christine da? [esta Christine aqui]. El tio me respondio Ja [si] y señalo con el dedo una casita, con el corazón desbocado por la emoción corri hacia allí y tocando a la puerta con mis puños con tanta insistencia que pense que la iba a estropear, ella, mi Christine me abrio la puerta y lucia como si seis años no hubieran pasado, se veia bellisima, me reconocio al instante y abriendo sus brazos me dio un caluroso abrazo, busque sus labios pero me esquivo, en ese momento comprendi que la habia perdido para siempre, en esas llega un muchachito de uno 5 añitos y se agarra al ruedo de su falda, la miro directamente y sus ojitos azules me acuerdan que aunque escasos fuerón unos maravillosos momentos los que vivimos, triste, cabisbajo y derrotado me retiro bruscamente, ella no se rinde y me toma de la mano, su tibieza me trae recuerdos de otro dia mas feliz pero que pertenece ya al pasado, en esas el niño para llamar la atención de su madre se pone a lloriquear y ella lo acuna en sus brazos y le dice Helmut no llores que papi esta aqui, en ese momento se me derrumba el mundo..........................