Camino Lebaniego a Santo Toribio, cuarta etapa: Verdiago, Crémenes, Horcadas.

Por Daniel Paniagua Díez
El pasado domingo 12 de marzo recorrí con mis compañeros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León otra etapa del Camino Lebaniego por La Ruta Vadiniense, la etapa nos llevó desde Verdiago hasta Horcadas y os paso unas fotos para os que os hagáis una idea de lo bonito que es este territorio.
En tres autocares fletados por la Asociación nos desplazamos desde la ciudad de León hasta Verdiago, donde concluyó la etapa anterior; algunos continuamos la etapa anterior hasta Valdoré así que tuvimos que repetir paseo.
El camino hasta Valdoré nos lleva por unas praderas donde pastan caballos y la mañana parecía idílica así que paramos en el mesón cercano, en la carretera, a tomar café y esas cosas.
Pero mientras desayunabamos las nubes se nos echaron encima y comenzó a llover copiosamente desluciendo el día. Tomamos el camino marcado como Calzada Romana del Esla nos vamos hacia Crémenes, hay que subir a un lugar llamado el Pajar del Diablo por un precioso camino empedrado y con chubasqueros y paraguas no hay quien pare a estos veteranos romeros.
Alguna piedra caída de la montaña obliga saltar un poco pero se puede pasar bien y sin riesgos.
Tras pasar por el Pajar del Diablo y cruzar por una cortada en la peña bajamos a Villayandre teniendo a nuestro costado la mole de Peña Rionda. Llovía a base de bien y se agradecía tener cerca Crémenes.
La llegada a Crémenes, donde hay varios bares y restaurantes, resultó un alivio pues las nubes se cerraban y soltaban unos buenos aguaceros. Parar un rato para ponernos a escurrir, en más de un sentido, y tomar algo caliente.
Salimos de Crémenes por la carretera de Argovejo hasta la Ermita de Pereda donde se vuelve a la senda caminera lejos de los automóviles. Seguimos la Vía Saliámica que usaron los legionarios romanos para atacar y destruir Vadinia, capital de los cántabros vadinienses.


Al llegar a Las Salas de nuevo a refugiarse en el mesón pues caía agua a mogollón. Después quedaba subir a lo alto de la presa de Remolina por una pista cortada al tráfico rodado y caminar nada más pasar el túnel por la carretera hasta llegar a nuestro destino.
El último tramo resultó algo peligroso y la nieve no nos dejó disfrutar de las vistas del Pantano de Riaño. No obstante tuvimos una estupenda acogida en Horcadas y volveremos allí el 2 de abril para caminar hasta Barniedo de la Reina. Pasaremos por Riaño y nos adentraremos en las Tierras de la Reina. Estáis invitados a acompañarnos.

Por mi cuenta y riesgo y acompañado de un par de amigos subí hasta Argovejo, son un par de kilómetros más de etapa, pero me apetecía tomar unos vinos en ese pueblo tan bonito y tan montañero de la Montaña Oriental Leonesa.Daniel Paniagua Díez