Cuenta la leyenda que un pastor llamado Gil Cordero anduvo durante días por las inmediaciones del rio Guadalupe en busca de una vaca extraviada. Finalmente consiguió dar con ella pero la halló muerta. Trató de aprovechar su piel y cuando con el cuchillo fue a hacerle la señal de la cruz en el pecho el animal se levantó. Justo en ese momento, se le apareció la Virgen y le encomendó la tarea de construir allí una ermita en su nombre. Días más tarde, al ponerse a excavar en ese lugar con la ayuda de unos clérigos, descubrieron una talla románica de Santa María con el Niño en su regazo, cuyo origen legendario, según algunos autores antiguos, se remonta al siglo I d.C.
Lo que comenzó siendo una pobre ermita terminó convirtiéndose a principios del siglo XIV en elReal Monasterio de Santa María de Guadalupe, que desde entonces dio cobijo a cientos de peregrinos que viajaban hasta allí para encomendarse y dar gracias a la Virgen. Un lugar que también visitaron los reyes castellanos y portugueses, descubridores y conquistadores como Colón y Hernán Cortés, e incluso ilustres escritores de la talla de Cervantes, que caminó hasta Guadalupe para ofrecer a la virgen las cadenas con las que había sido encerrado en las mazmorras de Argel, según consta en los libros de visita del Monasterio.
En los últimos años, diferentes instituciones y asociaciones, como la Asociación de Amigos del Camino Real de Guadalupe, se han propuesto recuperar el antiguo Camino Real de Castilla a Guadalupe, que conectaba Madrid y Toledo con éste Monasterio. Un camino para muchos olvidado, que esconde leyendas y un valioso patrimonio.
Aunque el Camino Real tiene dos inicios (Madrid y Toledo) ambos convergen en la localidad toledana de La Mata desde donde parte la única vía de peregrinación hacia el sur, hacia el Monasterio de Guadalupe. Un extenso recorrido de 257 km. en donde convergen patrimonio histórico, artístico, cultural y paisajístico.
A lo largo del recorrido dejaremos atrás una veintena de municipios: Aranjuez y sus palacios imperiales, la histórica villa de Toledo, Talavera de la Reina, Torrijos y el palacio de Pedro I, Alcañizo, Oropesa, Alcolea del Tajo, Puente del Arzobispo, Villar del Pedroso, Navatrasierra, y en el cerro de Altamira la hermosa ermita mudéjar del Humilladero desde donde muchos vieron por primera vez la silueta del Monasterio de Guadalupe,
Algunos tramos del Camino Real de Guadalupe fueron usados como vías de comunicación por romanos y árabes, pero no fue hasta la construcción del Monasterio de Guadalupe cuando su recorrido se convirtió en determinante. Desde entonces esta ruta ha estado ligada a las peregrinaciones marianas. Con la conquista de Sevilla, que desplazó la corte castellana hacia el sur y que dejó Santiago bastante más alejado para las peregrinaciones, Guadalupe adquirió un papel protagonista. Fueron los Reyes Católicos quienes popularizaron el Camino Real de Guadalupe con sus constantes viajes a éste Monasterio: dieciséis veces viajo la reina Isabel a Guadalupe y al menos en siete ocasiones, según los historiadores, utilizó este Camino de Castilla.
La designación de Camino Real no llegó hasta el reinado de los Austrias. Esta vía se empleaba tanto para el tránsito de personas como para el de mercancías. Era una ruta de primer orden, estratégica y vital para mantener la comunicación ya que se empleaba para transportar el correo real de manera más rápida y segura. Los caminos reales pertenecían al rey y no podían ser invadidos, ni allanados.
El Monasterio de Guadalupe conservó su carácter peregrino hasta el siglo XVII. Tras la escisión de Portugal, y con los Borbones al frente del reino, el centro de devoción de reyes y peregrinos volvió a desplazarse hacia Santiago de Compostela y Guadalupe fue perdiendo presencia y proyección.
Por eso desde hace algunos años, distintas asociaciones como la Asociación de Amigos del Camino de Guadalupe, la Asociación para la Promoción y el Desarrollo Rural de la Comarca de Villuercas-Ibores-Jara o la Asociación de Senderismo Maragatos de Guadalupe, junto con instituciones públicas y privadas están intentando devolver a este camino la relevancia y el esplendor que se merece. El objetivo que se han marcado es aglutinar esfuerzos y proyectos para recuperar y poner en valor esta vía histórica y todo el patrimonio que la envuelve, logrando sinergias entre las comunidades por las que pasa. Una tarea nada fácil, pero que sin duda contribuirá a mejorar el futuro de todas esas localidades.
Fuente: http://www.geoparquevilluercas.es/el-camino-real-de-guadalupe-un-paseo-por-la-historia-de-espana-2/