Es un pulmón verde, una reserva forestal de extraordinario valor salpicado de pueblos y aldeas pintorescas.
La Sierra de Segura es tierra aún por descubrir que guarda intacto su pasado, mezcla de los distintos pueblos que la habitaron.
Cultura definida por civilizaciones que dejaron su legado a través de pinturas rupestres, puentes romanos, murallas, castillos y fortalezas, iglesias y arquitectura popular aún conservadas.
La Sierra de Segura está teniendo un extraordinario desarrollo en los últimos años. Y todo ha sido gracias a su poderosa naturaleza salpicada de núcleos de población.
La comarca está dividida en dos grandes áreas. Las áreas bajas están sembradas de olivos centenarios de donde se extrae uno de los mejores aceites del país. Las alturas son territorio forestal, miradores naturales como el pico de El Yelmo desde donde se advierte la grandeza de este parque natural jiennense.
Como pueblo singular, Segura de la Sierra se exhibe encaramado en un risco y muestra una intrincada red de callejuelas rematadas en un castillo mudéjar que hace las veces de mirador de la comarca.