La apariencia es de una camiseta interior aunque el material se trata de un textil inteligente. A la altura del pecho una banda de tela sostiene un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito de unos cuatro milímetros de ancho, que es la clave de la tecnología.
Este dispositivo es capaz de contar la frecuencia cardíaca, diseñar un electrocardiograma, detectar el ritmo de la respiración, la temperatura corporal y entender si el que lleva la camiseta se encuentra de pie, caminando, tumbado, dormido o si se ha caído. El kit se completa con un teléfono móvil que vía wi-fi, almacena los datos para poder ser enviados más tarde.
Según los expertos supone un gran avance para prevenir enfermedades cardiovasculares, aumenta la capacidad de diagnóstico con un electrocardiograma más completo y un diagnóstico continuado.