Quizá un día vuelva a comprarme recortables y vuelva a hacerme la caja de zapatos. Pero tengo la duda de si siguen vendiéndolos.
Este diseño que ha elegido la mamá de Alejandra nos trae bonitos recuerdos y seguro que no hay camiseta igual.
Yo fui una auténtica friki de los recortables. Me parecían un entretenimiento tranquilo, bonito, con dibujos y tenías que usar tijeras para "montarlo". Llegué a tener una caja de zapatos llena de ellos, mi tía me compraba muchos y cada niña tenía su nombre por detrás, con su ropa. Pero tengo una hermana nueve años menor y un día al volver del colegio mi madre le había dado mi caja de zapatos para que jugara. Era muy pequeña así que los estuvo mordiendo, rasgando y doblando. Tuve que tirar la caja y ahí terminó mi relación con ellos.