El caso del fiscal Nisman paralizó -a medias- la campaña en la Ciudad de Buenos Aires, que el próximo 26 de febrero tiene el primer turno del cronograma para presentar alianzas. Las posiciones sobre la muerte del fiscal de la causa AMIA, dominaron a los precandidatos para cubrir la escena en el intento sin pudor de sumar adhesiones.
En el medio y sin provocar simbronazo alguno se confirmó la decisión de la macrista Gabriela Michetti de dar pelea por la sucesión de Mauricio Macri y desatar la interna feroz contra el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodriguez Larreta, que aspira al mismo lugar.
El kircherismo porteño, sacudido, no avanza en conseguir un candidato de simpatía para el electorado de la Capital Federal y comienza un proceso duro en el que tratará de evitar fugas.
Por su parte, el grupo UNEN, deja a los presidenciables pronunciarse sobre el tema de actualidad y bajó también las salidas por el cargo mayor de la Ciudad de Buenos Aires.