No suelen gustarme las campañas de Tráfico, esas que cada año hacen todo lo posible por hacernos sentir culpables, y que además suelen hacerlo de manera odiosa. En cuanto a su efectividad, no creo que nadie sea capaz de medirla y siempre tendremos dudas sobre ella. A mí, y a muchos otros, lo que nos producen es rechazo.
Las campañas de Tráfico cada vez me gustan menos
La de este año creo que se lleva la palma, porque además de desagradable (hasta el punto de provocar zapeo), es del todo incongruente. Quieren centrar el asunto en la importancia de estar atentos a la conducción, y desde luego es un punto imprescindible para conducir con seguridad, no creo que eso lo dude nadie a estas alturas, pero los primeros que nos molestan y hacen que apartemos los ojos de la carretera son ellos mismos. Cada vez hay más carteles luminosos con mensajes estúpidos (y eso cuando no dicen que están en pruebas; ¿qué nos importará que estén en pruebas? ¿Por qué nos lo cuentan mientras estamos conduciendo?).
Hace unos días estaban las carreteras plagadas con uno que nos recordaba que teníamos que revisar la presión de los neumáticos, y me parece muy bien que se nos recuerden estas obviedades, ¿pero será necesario que lo hagan cuando estamos conduciendo? ¿Y qué me dicen de esos megacarteles que hay en algunas carreteras con cien precios distintos de carburantes para que uno pueda comprobar dónde está más barato… ¿quién puede leerlos sin apartar la atención de la carretera? Ni siquiera parando en el arcén se consigue.
Lo que dicen los supersabios de la DGT (hay que ver cuánto sabe esta gente y lo que habrán estudiado):
«La campaña de seguridad vial para el verano 2015 pretende que los ciudadanos sean conscientes de que una pequeña decisión al volante puede ocasionar consecuencias para todos. Para lanzar este mensaje, nos hemos centrado en esas pequeñas cosas “sin importancia” que hacemos cuando conducimos dándoles un precio muy alto, es decir, lo que costarían si fueran el origen de un accidente ».Lo que yo les pediría es que se aplicaran el cuento y no hicieran nada para despistarme mientras conduzco. Pero les gusta mucho eso del «haz lo que te digo pero no lo que hago»:
PUBLICIDAD DE OBRAS PÚBLICAS:
Si lo de los megacarteles con los precios de los carburantes ya es de juzgado de guardia, qué decir de esos otros carteles con más texto que la primera plana de un periódico que, además de no servir para nada, son carísimos y pueden también provocar accidentes porque la tendencia de muchos conductores es la de leer todo lo que se pone en su camino. ¿Qué nos importan los presupuestos que se han aprobado para hacer una puñetera rotonda o un túnel interminable (y a veces inútil) del AVE? Y todo esto resulta mucho más curioso cuando, desde hace años, está prohibida la publicidad en las carreteras.
Hablan de efecto mariposa y de en qué puede acabar un simple despiste ocasionado por el conductor, y sí, es algo a tener en cuenta, pero tienen muchas cosas que solucionar primero.
RADARES Y COCHES CAMUFLADOS
Se quiera admitir o no, la presencia continua de radares móviles y de coches camuflados en las carreteras provoca muchos despistes en los conductores. Uno acaba obsesionado con ellos y deja de prestar atención a la conducción para centrarse en detectar radares y coches camuflados en los lugares más insospechados.
Ramón Cerdá
Campañas de Tráfico, cada vez peores was last modified: agosto 19th, 2015 by Ramón Cerdá