En 1943 los rumores sobre los campos de concentración y exterminio de judíos no paraban de crecer. Las fugas de algunos prisioneros, comenzaban a advertir las crueldades que realizaba el ejercito nazi contra el pueblo judío, hechos que estaban debilitando la imagen del ejercito alemán frente a sus aliados y la comunidad internacional en general. Terezín fue la solución y el arma ideal de propaganda utilizada por el Tercer Reich para desvirtuar tales informaciones, y demostrar que los judíos tenían una vida plácida de trabajo, arte y cultura. Un repaso por la historia del campo de concentración y el monumental engaño nazi a la comunidad internacional, son las historias que descubrimos en nuestra visita Terezín en la República Checa.
Nuestro tercer día en Praga fue destinado a conocer el campo de concentración de Terezín o Theresienstadt en alemán. Esta pequeña población situada a 60 kilómetros al norte de Praga fue, sin duda alguna, la mejor manera de culminar nuestra visita a Praga, y aunque Terezín no se encuentra en la capital Checa, al estar tan cerca, es siempre un destino sugerido para quienes visitan la ciudad.
Al igual que los días anteriores, dejamos en manos de los chicos de Sandeman’s nuestra visita al campo de concentración. El trayecto hasta Terezín lo realizaríamos en tren, partiendo desde la estación de Praha hlavní nádraží, hasta Bohušovice nad Ohří y desde allí, en autobús.
Arribando a Terezín
La historia de Terezín es bastante particular y en nada se puede asimilar a otros campos de concentración. Terezín fue diseñado para acoger a los judíos “privilegiados” de Alemania, Checoslovaquia y Austria, por tanto, el nivel cultural de los internos era elevado. Orquestas, grupos de Cámara y de Jazz, representaciones teatrales hacían parte de las actividades que se realizaban en el campo. Profesores, escritores, músicos, diplomáticos, juristas, entre otros, hacían parte del selecto grupo de internos en Terezín.
Terezín Memorial
Para entender el funcionamiento de Terezín en tiempos de la ocupación nazi, debemos diferenciar lo siguiente:
- Terezín el pueblo, fue llamado Grosse Festung -la gran Fortaleza- y fue utilizado como Ghetto.
- Kleine Festung o pequeña fortaleza, fue utilizada como un Campo de Concentración – prisión – (Polizeigefängnis Theresienstadt).
Nuestro recorrido comienza en las inmediaciones de Kleine Festung. Una espesa niebla deja ver un camino que divide, por un lado, las murallas de la Pequeña Fortaleza y por el otro el Cementerio Nacional. Tras la liberación de Terezín en 1945, los antiguos prisioneros y los familiares de las victimas aunaron esfuerzos para la creación de un lugar digno de reposo de los restos de sus familiares y amigos. Para ello, hizo falta la exhumación de seis fosas comunes que se hallaban en las inmediaciones de la fortaleza. Actualmente, se encuentran 10.000 cuerpos enterrados en el cementerio nacional, 2.386 poseen una tumba individual y los demás se encuentran ubicados en sendas fosas marcadas por cinco pilones.
Cementerio Nacional Terezín
La Fortaleza de Terezín fue construida durante el periodo de 1780 a 1790 por orden del emperador austriaco Joseph II, quien, en honor a su madre María Teresa de Austria, tomo su nombre para denominar a su fortaleza. En sus inicios pretendía formar parte de una red de fortalezas para defender la monarquía, pero su uso pronto fue destinado para albergar militares y presos políticos. Antes de que la Gestapo tomará el control de Terezín en 1940, la Fortaleza era conocida por haber sido el sitio de reclusión de Gavrilo Princip, quien estuvo detenido desde 1914 hasta su muerte en 1918 por tuberculosis. Gavrilo Princip ha pasado a la historia por ser el asesino del Archiduque de Austria, Franz Ferdinand y su esposa, siendo este asesinato el detonante de la Primera Guerra Mundial.
Pequeña Fortaleza -Kleine Festung -
La fría y nublada mañana que nos acompañaba daban al antiguo campo de concentración Nazi un aspecto más lúgubre del que por sí ya tiene. En el recorrido por el interior de la Pequeña Fortaleza podemos encontrar la Sala de Guardia -Wachhstube-, en dónde se efectuaban los registros y control de prisioneros, una sala de interrogatorios, una enfermería, los barracones que servían de celdas, así como también unas celdas aisladas de castigo, siendo la número 1 la mas famosa, por ser la celda de Gavrilo Princip.
ARBEIT MACHT FREI – El trabajo os hará libres
Los cuartos que servían de habitaciones, así como las duchas y algunos baños, nos permitían imaginar los altos niveles de hacinamiento y insalubridad que se podía vivir en aquella época, más aún si tenemos en cuenta que por la Pequeña Fortaleza pasaron 32.000 detenidos, de los cuales, 2.600 murieron allí.
Duchas Kleine Festung
Dormitorios Kleine Festung
La Pequeña Fortaleza fue liberada junto a Terezín el 8 de mayo de 1945 y sus instalaciones sirvieron nuevamente de prisión, en esta ocasión los internos fueron los antiguos verdugos.
Finalizado el recorrido de la Pequeña Fortaleza, fuimos en busca de Terezín, es decir, del Ghetto Judío que fue escenario del engaño nazi a la comunidad internacional.
Terezín Ghetto Museum
El Museo del Ghetto acoge una exposición permanente sobre la historia del Ghetto. Son numerosos los objetos que se presentan en la exposición y cada uno de ellos con un valor incalculable en la historia de Terezín. Pasaportes, vestuarios, equipajes, correspondencia, poesías, piezas musicales, e incluso una radio artesanal, construida clandestinamente, son algunos de los objetos que podemos encontrar en el Museo, además de unas detalladas estadísticas que nos permiten cuantificar el holocausto de quienes pasaron por Terezín.
Terezín Ghetto Museum
El Museo del Ghetto funciona en el mismo edificio en donde, en época de ocupación nazi, funcionaba la Escuela de niños; y si, una Escuela también funcionaba en este particular Ghetto. Recordemos que los internos en Terezín contaban con un nivel académico y cultural bastante alto, así que la Comunidad de Theresienstadt se esmeró para que todos los niños del Ghetto recibiesen una esmerada educación, a pesar de las indicaciones nazis que obligaban a los niños a cierta edad a la dedicación exclusiva a trabajos productivos. (Se estima que por el Ghetto pasaron 15.000 niños, de los cuales sobrevivieron tan solo 93).
Dibujos de los niños del Ghetto de Terezín.
El artista y profesor Friedl Dicker-Brandeis creó clases de dibujo para los niños del Ghetto. Más de 4.000 dibujos fueron desarrollados en la escuela y astutamente escondidos, lo que permitió que la colección sobreviviera a la guerra. Muchos de estos dibujos también hacen parte de la exposición del Museo del Ghetto y sin duda alguna, son obras que desde otro punto de vista te muestra los días de Terezín.
Pintura Museo del Ghetto de Terezín.
Después de ver las exposiciones, nos adentramos en una pequeña sala del Museo, en donde nos fue presentado, fragmentos de la película “Der Führer Schenkt Den Judend Eine Stadt – El Führer regala una ciudad a los judíos“.
Era 1943 cuando 456 Judíos daneses fueron deportados a Terezín. A partir de ese momento, el régimen nazi fue objeto de fuertes presiones por parte del Rey de Dinamarca Christian X, para que se acogiese en Terezín a una representación de la Cruz Roja.
Los nazis aceptaron la visita de la Cruz Roja para defenderse de los rumores sobre los campos de exterminio que comenzaban a correr por toda Europa. Meses antes de la visita y para evitar el hacinamiento, comenzaron a deportar judíos con dirección a Auschwitz; así mismo, se comenzaron labores de embellecimiento del campo, se construyeron falsas tiendas y cafés. Las habitaciones fueron pintadas y ya no dormían mas de tres personas por habitación. Los judíos que estarían en el momento de la realización de la película y durante la visita de la Cruz Roja fueron alimentados mejor, para evitar el aspecto de desnutrición que era común en el campo.
La película que hemos visto fue realizada por los habitantes de Terezín, bajo la dirección de Kurt Gerron, preso judío con experiencia cinematográfica. El objetivo de la película no era otro mas que mostrar lo bien que vivían los judíos bajo la protección del Tercer Reich. El engaño estaba hecho, la película fue rodada en febrero del año 1944 y la visita por parte de la Cruz Roja fue el 23 de junio del mismo año. Terezín, la ciudad que el Führer regaló a los judíos resultó el engaño perfecto a una incauta y pasiva comunidad internacional.
Luego de un recorrido por las desoladas calle de Terezín, fuimos a visitar los Barracones de Magdeburg. Allí funcionó la sede del “autogobierno” judío durante la existencia del Ghetto. Encontramos en este edificio reconstrucciones de dormitorios y exposiciones permanentes sobre música, literatura, arte y teatro en el Ghetto. Lamentablemente, esta prohibido tomar fotografías en este lugar.
Ya caía la tarde y era hora de volver a Praga. Nuestra última imagen no podía ser otra que la estación, en la que años atrás, eran trasladados los judíos desde Terezín hasta Auschwitz.
Si quieres, puedes visitar nuestra Galería de Imágenes de Terezín en la página de facebook de El mundo a la vuelta.
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