En este artículo publicado por El País podemos ver la cantidad de políticos del Partido Popular implicados en una de las muchas tramas de corrupción, que en los últimos años ha desolado, entre otros, al líder y presidente de la Generalitat Valenciana, el famosísimo, y con más moral que el celebérrimo alcoyano, Francisco Camps.
Camps es el ejemplo perfecto de intentar ostentar el poder cueste lo que cueste, de aferrarse a éste sin reconocer cuando uno debe abandonar el barco cuando ya el agua le llega al cuello… del poder por el poder. De momento, no hay ninguna sentencia firme que diga que es un delincuente, pero cientos de acusaciones pululan en el aire alrededor suya.
Respaldado por dirigentes populares como Rajoy, Aznar o Rita Barberá, se siente cada vez más cómodo, convirtiéndose cada vez más en un terrateniente, que actúa en su cortijo llamado Generalitat, permitiendo además que dentro de ésta haya personajes de la bajeza moral y política de Carlos Fabra, presidente de la diputación de Castellón desde 1995 e implicado en más de una trama corrupta.
Pero las tramas de corrupción ultimamente se multiplican dentro Partido Popular, haciendo que un partido serio y con gente competente, sea asaeteado cada día con más acusaciones contra algunos de sus miembros, que no contentos con no dimitir ante acusaciones, de corrupción, cohecho o prevaricación, se hacen más fuertes y se aferran a su poder de manera más sólida.
No podemos ser transigentes con la corrupción, ni pensar en ella como algo normal dentro de la sociedad política, tenemos que perseguirla, condenarla y no votar a quienes son acusados una y otra vez de delitos de esta índole. Aunque en la democracia en la que estamos el partido que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Alza tu voz!!