Ante la pregunta sobre Camps, la respuesta de Aguirre fue que Camps no se ha enriquecido personalmente con el cargo público. Bueno, eso habría que verlo y, en todo caso, ampliar el ámbito a familiarmente, o a su entorno en general. Que aquí el más tonto hace relojes.
Según Doña Esperanza, lo único que a lo mejor ha cometido es el pecado venial de aceptar algún regalito, y que eso habría que regularlo como en otros países, para definir un listón, por debajo del cual los regalos no sean cohecho pasivo. Efectivamente, en algún otro país europeo, el límite es de 8 Euros. Es decir, te pueden regalar un llavero, o un Bic promocional. Pero no una pluma lacada, ni un bolso de Louis Vuitton, ni, si a eso vamos, unos trajes de nada.
Y los regalos institucionales, los que se intercambian dirigentes con ocasión de visitas o lo que sea, deben quedar en la institución, y no en la persona. Quizá otra consideración deberían tener las anchoas del Presidente de Cantabria. Que es como conocer la pobreza de la casa que se visita, y llevarse el aperitivo bajo el brazo.
Creo que ya basta de esa defensa numantina que el PP en pleno se ha empeñado en desplegar para ¿proteger? a Camps y a su entorno. Porque si siguen por ese camino, no nos quedará otra alternativa que pensar que Camps le tiene cogido por los h..... a Rajoy, a raíz de cualquier cosa que haya podido suceder en el pasado, y sobre la que Camps tenga el correspondiente dossier. La vieja escena del dentista: Doctor, no nos haremos daño, ¿verdad?.
Porque la trama Gürtel, para mi, tiene pocas dudas en lo global, a falta de que todos los detalles vean la luz. El reciente informe policial del equipo encargado de investigar el Blanqueo de Dinero es demoledor. Ilustra todas las formas de sumergir dinero B o negro, para que circule fuera de la vista, por las cloacas.
Por lo que parece, el PP le encarga a la empresa del Bigotes organizar un acto del Partido, lo que cuesta 100. Pero Orange Market sólo le factura 20 al PP. Porque el resto se lo cobra de facturas emitidas a constructoras, que (presuntamente, siempre) tenían que pagar comisiones por favores en adjudicaciones públicas.
Claro, ante todo tenemos que erradicar la hipocresía pública. Todos los partidos organizan eventos cuyo coste nunca podrían justificar con los ingresos legales que tiene el partido. De alguna forma lo pagarán, claro, que los tiburones no son hermanitas de la caridad. Hay una asignatura pendiente con el tema de la financiación de los partidos políticos. Las eventuales donaciones de particulares o empresas deben ser públicos, para que se pueda trazar el camino de los agradecimientos, en su caso. El ejemplo de Estados Unidos, aun no siendo perfecto, no es malo en este tema, con los lobbies públicos, con luz y taquígrafos. Ya que eso no se puede evitar, por lo menos que se haga con luz y taquígrafos.
Porque el problema que supone la situación actual en España es que los partidos, seamos generosos, no tienen más remedio que funcionar con cajas B para salir adelante. Y en cuanto el dinero desaparece de la superficie, y circula por las cloacas del sistema, se pierde por completo la noción de en qué dirección se mueve, y en qué bolsillos recala. Claro, agotadoras inspecciones como las realizadas acaban echando algo de luz al conjunto, pero no es plan el tener que andar siempre así.
Para todo el mundo no fanático del PP, está claro que el Partido en Valencia se ha revolcado en los trapicheos, corrupciones, cohechos, cajas B, comisiones, etc. etc. Personajes tan siniestros como Fabra, por ejemplo, o el curita Camps, inspiran en cualquiera el prototipo mafioso, de dossieres escondidos, y prestos a ver la luz si alguien se pasa de la rosca. Absolutamente inaceptable que los poderes públicos en este país funcionen de ese modo, ante una cierta indiferencia ya de todos.
A estas alturas resulta digna de toda sospecha esta actitud de defender y sostener a Camps contra viento y marea. Judicialmente, todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia, pero los datos son ya tan apabullantes, que no puede ser que se le siga sosteniendo políticamente. Y que se afirme públicamente que Camps es el mejor candidato a Presidente de la Generalitat Valenciana es un insulto a la inteligencia de este sufrido pueblo.
Hace tiempo le oí a un gracioso decir: Es mejor que gobierne la Derecha, porque esos ya vienen robados de casa. Bueno, desde ese punto de vista, posiblemente sea cierto que en la Derecha no quepa un personaje tan burdo y zafio como Roldán. Pero, madre, aterra ver la habilidad que tienen para mover el dinero de dudosa procedencia por las cloacas del sistema. Vendrán ya ricos, algunos, supongo, pero desde luego bien enseñados vienen.
Por higiene democrática, a ver si un juicio Gürtel en toda regla tiene ya lugar cuanto antes. Y las resoluciones judiciales sustituyen a la aparente inanición de las decisiones políticas en este campo. Y Doña Esperanza que se tiente la saya, que varios colaboradores próximos ya tuvieron que dimitir o ser cesados por este tema. Y cesar significa cortar el hilo que, si no, quizá se podría remontar y llegar a otras alturas.
En fin, basta ya de insultos a la inteligencia del pueblo. Claridad, luz y taquígrafos, y cuanto antes.
Y si alguien tiene que ir a la cárcel, las puertas están abiertas.
JMBA