Nostalgia de Can Costa
La Vanguardia (1ª edición)16 Jun 2015CRISTINA JOLONCHBarcelonaEn la terraza de Cal Pinxo, antigua Casa Costa, Uge Ribera ríe al recordar viejas anécdotas de la familia. Historias de los tiempos en que “Barcelona vivía de espaldas al mar, pero no nosotros, los vecinos de la Barceloneta”. Se ríe al reconocerse como la niña con salero que siempre estaba lista para recitar un verso o echarse a cantar. Y en Can Costa, la casa que fundó su bisabuelo y que nació como un chiringuito en el que empezaron sirviendo sardinas en escabeche y mejillones a la marinera, ocasiones no faltaban. Siempre oyó contar que de muy chiquitina deleitó a José Luis López Vázquez recitando La terra de Xauxa, o que el día en que los visitaron Juan Carlos y Sofía y la entonces princesa la tomó en brazos. O eso decía en la familia, pero “se equivocan, porque yo tengo el vago recuerdo de que fue él quien me subió al cuello porque le hice gracia”.
Sigue preparando el rape cal Pinxo. El mismo que servían sus padres cuando, con cuatro añitos, ella se subía a una caja para secar cubiertos o cuando de adolescente echaba una mano, “como todos” y esperaba el momento de escaparse al Club Natació Barceloneta o al Atlètic Barceloneta, donde hacían vida en verano. Junto al suyo, negocios como Can Soler, Can Major, La Cova Fumada, El Suquet de l’Almirall, La Mar Salada o el Vaso de Oro, entre otras casas, siguen apostando por la calidad y se resisten a perder la magia del barrio.http://totbarcelona.blogspot.com.es/2011/02/el-domingo-la-barceloneta-comer.html