Iba a empezar escribiendo aquello de “la holandesa Annelotte de Graaf, más conocida como Amber Arcades”, lo que pasa es que en realidad tengo la impresión de que ni uno ni otro nombre resultan demasiado conocidos entre el público de nuestro país, lo cual tiene hasta cierto punto su lógica: la artista de Utrecht sólo cuenta con un largo en su discografía (se llamaba “Fading Lines” y lo sacó Heavenly el año pasado y debe de estar bastante bien, por lo que estoy leyendo), y como mucho, puede que a alguno hasta le sonara esta chica después de haberle visto actuar como telonera de los incombustibles Nada Surf ,o los venerados Grandaddy
La cuestión es que ya son varios los anticipos que ha tenido hasta el momento el que se anuncia como próximo EP de Amber Arcades, de título “Cannonball“, y todos ellos resultan altamente prometedores: la canción que da título al disco deja entrever la faceta más enérgica de de Graaf, pero ni siquiera esas guitarras tan noventeras logran arañar restar dulzura a una voz que por momentos remite a la seducción pop de Haley Bonar; y el bonito dúo que se ha marcado junto a Bill Ryder Jones, un medio tiempo titulado “Wouldn’t Even Know“, bascula entre la -aparente- sencillez melódica de Nick Drake (de quien, por cierto, versiona “Which Will“) y las guitarras de unos Yo La Tengo perdidos en la madrugada de Hoboken.
Es sin embargo esta hermosa “Can’t Say The We Tried” la que más más embobado me tiene: un ensoñador tema que sin duda transcurre en unas coordenadas más flotantes de lo habitual en la música de la rubísima intérprete (no es demasiado difícil imaginársela en manos de unos Spiritualized y demás habituales de la ingravidez) y que crece con cada escucha. Amigos de los glaciares que queman (y los fuegos heladores): parece poca cosa al principio, pero hay que ver conforme van transcurriendo los segundos, cómo va creciendo la emoción hasta desbordarse por completo…