Comenzamos la semana con una reversión de un clásico del Krautrock, una nueva versión con un disco adicional (recordemos que en 1971 este disco salió como disco doble y luego fue compilado en un solo CD). Quizás uno de los discos más extremos del Krautrock, más experimentales, con más repercusión y con más influencias en la música de todos los tiempos.Y si esa descripción les parece mucho, copio lo que escribieron para un comentario de este disco: "Tago Mago es el arte cuando trasciende al mismo creador, pero a la vez es todo el potencial del ser humano entre surcos de vinilo, su corazón ilimitado. Sin él no podríamos entender ni el krautrock, ni la electrónica, ni el punk, ni la new wave… No podríamos entender nada. UN DISCO MÁS GRANDE QUE LA VIDA." Así revivimos una genialidad, para empezar otra semana en el blog cabezón.
Artista: CANÁlbum: Tago Mago
Año: 1971
Género: Krautrock
Duración: 121:30
Nacionalidad: Alemania
Tercer álbum de CAN, originalmente editado como doble LP en 1971 y el primero en contar en la voz con Damo Suzuki. Este álbum ha sido descripto como el más extremo trabajo de CAN en términos de sonido y estructura, fue aclamado por la crítica y citado como influencia por varios artistas.
Tago Mago es el tercer álbum de estudio de la banda alemana de krautrock Can, editado en 1971. Originalmente es un álbum doble, pero está disponible en un solo CD. Es frecuentemente considerado su álbum más importante, ya que es su álbum más experimental, arriesgado e influyente. Tago Mago incluye temas como «Aumgn», un collage de sonidos de más de 17 minutos (que ocupa toda una cara del vinilo), y «Peking O», otra pieza avantgarde donde el vocalista Damo Suzuki (es el segundo álbum que lo tiene con vocalista, y el primero que lo tiene como el único) es gran protagonista. También se destaca «Halleluwah», una jam de 18 minutos (que también ocupaba todo un lado) con influencia del funk, basado en la repetitiva y compleja percusión de Jaki Liebezeit. "Tago Mago" se ha convertido en uno de los álbumes experimentales más reconocidos y ha recibido muy buenas críticas. En redes sociales de crítica musical (donde son los usuarios quienes valoran la calidad de las obras), como Rate Your Music, está colocado en el puesto nº 6 de la categoría Rock Progresivo, solo por debajo de Pink Floyd y King Crimson-Wikipedia
Pero más que nada, les recomiendo que lean el siguiente comentario de este disco, no tiene desperdicio...
"Veamos el cuadro completo, la situación política en Alemania, los desarrollos culturales en los sesenta. La generación posterior a la guerra se mantenía en el poder con estructuras muy conservadoras y los jóvenes fueron infectados por el virus del cambio. Un cambio a nivel político, naturalmente también en las artes. Ese fue el clima en el que crecí y mi conciencia de la situación política y cultural se hizo muy clara. La guerra de Vietman nos llevó a discutir la influencia dominante de la cultura angloamericana. Fue un proceso complicado, muchos jóvenes artistas alemanes compartían ese sentimiento y cada uno tenía su propia respuesta" declaraba Michael Rother en un reciente entrevista concedida a Ruta 66. Y pocos mejor que quien fuera guitarrista de Neu! para hablar de la génesis del krautrock.Gonzalo Aróstegui Lasarte desde el espacio Ragged Glory
A diferencia del "third stream" —termino con el que Gunther Schuller (neoyorquino hijo de inmigrantes alemanes, por cierto) definió esa tercera vía que mezclaba jazz con música clásica—, en el que se pecaba —a pesar del interés de ciertas grabaciones de Lee Konitz o Jimmy Giuffre— de un exceso de respeto que parecía impedir que ambas músicas confluyeran en un discurso genuino, el krautrock bebía del rock and roll, de la vanguardia atonal y del free jazz para crear su propio discurso sin limitaciones ni miedos. Los músicos del third stream parecían arrugarse ante la influencia de Stravinsky, Bartók, Ives o Ravel —aunque fueran estímulo querido y buscado—, sin que hubiera interacción posible entre ambos mundos: por un lado la partitura que asimilaba a grandes compositores del primer tercio del siglo XX; por otro, la (tímida) improvisación jazz. Neu!, Kraftwerk, Faust, Can y otros cogían todo (lo que les interesaba) para no parecerse a nada. Porque ésa era su apuesta: todo o nada.Quizá la obra maestra del movimiento sea el tercer elepé (doble) de Can, cuyos más de setenta minutos y cuatro caras —sirva de aviso a mojigatos y cortos de miras— ocupan sólo siete temas. Con Malcolm Mooney definitivamente fuera de la formación, la voz del japonés Damo Suzuki se antoja compañera perfecta de la guitarra de Michael Karoli, los teclados espaciales de Irmin Schmidt, el bajo de Holger Czukay y la batería de Jaki Liebezeit, motor del grupo y de las esencias rítmicas de Tago Mago, publicado en 1971. Paperhouse, Mushroom y Oh Yeah, los tres primeros cortes del álbum, pueden parecer accesibles (término irrisorio si hablamos de Can) si los comparamos con los tres siguientes, que ocupan dos terceras partes del minutaje del álbum. Si en los tres primeros temas podemos hallar similitudes con King Crimson o Alice Cooper (que no influencias) en las melodías y escuchar los solos de un Karoli más cercano al rock, el catártico mantra funk de Halleluhwah radicaliza el disco para enfrentarnos —vía Schmidt y Czukay, alumnos ambos de Stockhausen— a la experimentación concreta de Aumgn y Peking O, en el que Damo Suzuki toma ejemplo de la Sequenza III de Luciano Berio, alcanzando unas frecuencias vocales que pueden (y quieren) resultar irritantes al no iniciado. Bring Me Coffee Or Tea acerca al grupo a territorios pop —hago aquí el mismo comentario que he hecho acerca del vocablo "accesibles"— para poner punto y final a una experiencia incomparable, cuyo resultado final se debe —como era habitual en el grupo— al proceso de montaje y selección de Holger Czukay de los materiales registrados en el mítico Inner Space Studio.Pero ¿es esto rock?, se preguntará alguno. Digamos que sí, en un sentido lato de la palabra, y para no escurrir el bulto. Pero añadamos a continuación: ¿qué importancia tiene eso? La clasificación, ya lo hemos observado en Ragged Glory, puede ser útil si no sirve para restringir, si no sirve de coraza impenetrable. No digamos la división excluyente entre música culta y música popular. Los grotescos argumentos utilizados para defenderla se vienen totalmente abajo ante Tago Mago, Can, y el krautrock en general. Los referentes del movimiento se hallan en cualquiera de los lados de la frontera, buscando cada cual "su propia respuesta", como dice Rother. Se sitúa Tago Mago "en ese lugar al que pocas creaciones tienen acceso: allí donde la obra de arte se alimenta de sus propios mecanismos —los que la ponen en pie— e ilumina de esta forma endogámica todo lo que le rodea sin dejar nunca de ser ella misma, deviniendo exógeno lo que funciona a la perfección como procedimiento interno y autosuficiente", palabras que utilizamos hace unos meses para hablar de Ser o no ser, la película de Ernst Lubitsch, y que son aplicables al doble álbum de Can. Trasciende éste épocas y lugares, a pesar de pertenecer como pocas cosas a su tiempo, imposible colocarlo fuera del momento y las circunstancias que lo produjeron. Ahí reside, por supuesto, su grandeza e inmortalidad. Dos discos más grabaría Damo Suzuki con Can, Ege Bamyasi y Future Days, imprescindibles los dos; sin embargo, ninguno alcanzaría la extraordinaria tensión, el inaprensible equilibrio, de Tago Mago. Bitches Brew, el año anterior, y The Raise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars, el siguiente, también los alcanzarían. Por si quedaba alguna duda.Can - Tago Mago : 10 / 10
Los emperadores del rock alemán aún no habían grabado ninguna obra magna hasta que apareció el doble álbum “Tago Mago” (1971). Sus anteriores discos eran probaturas –“Monster Movie” (1969)– y recopilatorios de gemas dispersas concebidas para el cine –“Soundtracks” (1970)–, así que les faltaba aún la pieza significativa, la cristalización absoluta de su forma de fundir el rock anglosajón con las enseñanzas de Stockhausen, los ritmos tribales y la improvisación jazzística.Rockdelux
Después de “Tago Mago”, que es también una obra incómoda por su abierta experimentación formal –condensada en los diecisiete minutos que dura el tema “Aumgn”–, las cosas serían más fáciles: “Ege Bamyasi” (1972) y “Future Days” (1973) alargaron las enseñanzas de este disco medular, mientras que “Soon Over Babaluma” (1974) ahondó en otros paisajes rítmicos.
“Tago Mago” fue grabado con la formación más estable, o más duradera, de Can: el fallecido Michael Karoli (guitarra), Irmin Schmidt (piano eléctrico y órgano), Holger Czukay (bajo), Jaki Liebezeit (batería) y Damo Suzuki (voz). La tonalidad angosta de “Aumgn” se metaboliza en el frenesí de “Oh Yeah” y “Halleluwah”, mientras que “Bring Me Coffee Or Tea”, uno de los temas de Can utilizados por Tran Anh Hung en “Tokio Blues”, demuestra el enorme poder hipnótico de las piezas más sencillas del grupo.
Spoon, el sello de Can, reedita el disco en su 40 aniversario con un buen complemento, un compacto en directo con los temas “Mushroom”, “Halleluwah” y “Spoon”, y un libreto con oportunos textos de Bobby Gillespie y David Stubbs (repescados de la reedición de 2004), así como de Duncan Fallowell (novelista y colaborador de Irmin Schmidt).
With the band in full artistic flower and Suzuki's sometimes moody, sometimes frenetic speak/sing/shrieking in full effect, Can released not merely one of the best Krautrock albums of all time, but one of the best albums ever, period. Tago Mago is that rarity of the early '70s, a double album without a wasted note, ranging from sweetly gentle float to full-on monster grooves. "Paperhouse" starts things brilliantly, beginning with a low-key chime and beat, before amping up into a rumbling roll in the midsection, then calming down again before one last blast. Both "Mushroom" and "Oh Yeah," the latter with Schmidt filling out the quicker pace with nicely spooky keyboards, continue the fine vibe. After that, though, come the huge highlights -- three long examples of Can at its absolute best. "Halleluwah" -- featuring the Liebezeit/Czukay rhythm section pounding out a monster trance/funk beat; Karoli's and Schmidt's always impressive fills and leads; and Suzuki's slow-building ranting above everything -- is 19 minutes of pure genius. The near-rhythmless flow of "Aumgn" is equally mind-blowing, with swaths of sound from all the members floating from speaker to speaker in an ever-evolving wash, leading up to a final jam. "Peking O" continues that same sort of feeling, but with a touch more focus, throwing in everything from Chinese-inspired melodies and jazzy piano breaks to cheap organ rhythm boxes and near babbling from Suzuki along the way. "Bring Me Coffee or Tea" wraps things up as a fine, fun little coda to a landmark record.
Lista de Temas:
Disc 1
1. Paperhouse
2. Mushroom
3. Oh Yeah
4. Halleluhwah
5. Aumgn
6. Peking O
7. Bring Me Coffee or Tea
Disc 2
1. Mushroom (Live 1972)
2. Spoon (Live 1972)
3. Halleluhwah (Live 1972)
Alineación:- Damo Suzuki / vocals
- Holger Czukay / bass, engineering, editing
- Michael Karoli / guitar, violin
- Jaki Liebezeit / drums, double bass, piano
- Irmin Schmidt / keyboards, vocals on "Aumgn"