Siento tener que empezar esta reflexión “dedicada” alhombre, hablando de una mujer; pero así es la vida. Ayer, comentando algunascosas con una de mis hijas, detecté con indignación algo que siempre he tenidomuy presente: El desprecio hacia la mujer por parte del hombre, que le quitacualquier conato de autoestima que pudiera tener. La mujer es como es,y es evidente que es muy distinta al hombre; pero en general, una gran mayoríade hombres, incluso los que dicen que quieren a sus esposas o hijas, humillan ydesprecian con sus comentarios y actitudes a la mujer “a la que tanto quieren”,impidiendoque lleguen a ser verdaderos Seres Humanos. Yo alucino.

Es bien sabido que el factor hormonal (cromosomas mandan) esdecisivo para la configuración de un Ser Humano femenino o masculino, y que determinatoda su existencia. Esto que acaba posteriormente perfilando roles encualquier civilización, nos habla de que no sólo hay diferencias físicas sinotambién psicológicas. Esas pequeñas glándulas que van a lo suyo y que segregan conpiloto automático esas substancias tan necesarias como determinantes, nos marcan.Se trata del sistema endocrino.

El hombre y la mujer son versiones distintas de una mismaespecie, la Humana. Pero es que esto ocurre en cualquier ser vivo dereproducción sexual. Estas dos partes se complementan y ayudan en susobjetivos como especie… hasta que aparece el salvaje inconsciente yabusa de su “superioridad” destruyendo al otro Ser Humano. ¿Cómo pueden ser tanmalas bestias e ir así por la vida?
¿Será esto lo peor que tiene el género masculino de laEspecie Humana, o aún tiene más cosas? ¿Por qué no nos das una pista y puedeque volvamos a incidir sobre esta “cumbre de las cumbres” de lo existente? Deesa manera podremos seguir dando caña a ese ser “enorme”. Ya sé que no todosson igual, pero a lo peor unos tienen más y otros menos. Que puede que todostengamos algo, vamos.
Hombre, dale caña a aquella parte de ti que te mantieneinconsciente del daño que haces a “tus seres más queridos”. Escucha conatención a tu mujer y tus hijas que seguro tienen mucho que decir.
Juan-Lorenzodalescana@gmail.com Más artículos sobre Humanismo