Los inuit son una comunidad que ha habitado en Canadá desde hace siglos, por lo tanto son parte importante de la historia de ese país. Pero más allá de sus costumbres y forma de vida, está el arte inuit, que he ido conociendo poco a poco y cada vez me sorprende más.
Inuit significa “el pueblo” y es una comunidad que llegó a América desde Siberia, al norte de Asia, por el Estrecho de Bering, desde entonces son habitantes de las tundras de Alaska, Groenlandia y norte Canadá, en este último país además de su espacio geográfico, tienen representación política y gran presencia gracias a su arte maravilloso.
He aprendido más de ellos a cada visita que hago a Canadá y me gusta acudir a donde se expone su arte porque es sorprendente. En Whitehorse, Yukon, hay algunas sorprendentes piezas de vestir en el McBride Museum of Yukon History, y fue quizá ahí donde me enganché con el tema. Pero después me di cuenta que en realidad, su arte está presente por todo Canadá, en museos y galerías, pero también en tiendas y en sitios donde menos te lo podrías imaginar, pues te topas con algún diseño que seguramente tiene un origen inuit.
Se dice, que las costumbres, historias y leyendas de los inuit se van transmitiendo de forma oral y es poco el material escrito que existe; sin embargo, sí he tenido la oportunidad de asistir a algunas exposiciones fotográficas que dejan ver su forma de vida y trabajo, que nos podría parecer duras con las heladas temperaturas y desolados paisajes, pero en la mayoría de los casos se ven personas con impresionantes sonrisas, y es quizá ahí donde encuentro el origen del colorido y las grecas de su arte, que me reflejan alegría y sin duda son piezas totalmente identificables.
Las parkas (sus abrigos) que solían hacerse también cocidos a mano con pieles de caribú con unos monstruos enormes de pelos. Y aunque ya no viven en iglúes, y ahora están en campamentos, bien me gustaría algún día participar en la construcción de alguno.
Y qué decir del tambor y los cantos guturales, que son el corazón de sus tradiciones. El sonido de unos buenos golpes retumbando anuncian desde la algarabía de una buena caza, hasta un nacimiento, una boda y la despedida de un ser querido.
En el Museo de Antropología de Vancouver, en el Museo de Manitoba en Winnipeg, en el Museo de Arte Inuit que está dentro de la estación Queens Quay en Toronto; y en el Museo de Arte Inuit de Quebec, es posible ver un gran acervo de documentos, fotografías, objetos, prendas de vestir y mucho más, que seguramente te dejarán tan impresionado como a mí.
El Museo de Arte Inuit en Quebec tiene la colección más importante de todo el país y justo a un lado está la tienda donde se pueden adquirir algunas réplicas de las obras. Ahí podrás admirar piezas talladas en madera, piedra y hueso, muy tradicionales, pero también hay una buena parte de arte inuit contemporáneo.
Otra exposición más que vale la pena recorrer es la que se encuentra en el Bata Shoes Museum en Totonto, donde se muestran espectaculares mocasines de tantos estilos y formas. Una belleza!!!
Dato interesante: * Dado que en la comunidad inuit no hay nombres propios femenino y masculino, no se permite que se casen hombre y mujer que tengan el mismo nombre.