Título: Cañas y barroAutor: Vicente Blasco IbañezEditorial: Plaza y Janés, 1981Páginas: 256.
SINOPSIS.
Publicada en 1902, Cañas y barro es sin duda una de las novelas donde el vigor expresivo de Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) alcanza una de sus cotas más altas.
Situada en el agreste escenario de la Albufera valenciana, que parece prestar a la obra su poderosa violencia, la obra narra la declinación del humilde clan de los Palomas, encarnada en la figura trágica de su último vástago, Tonet -individuo abúlico y de débil personalidad-.
En el conflicto generacional entre abuelo y padre por una parte, esforzados extractores de los magros recursos que ofrece una naturaleza salvaje, y el hijo que rehuye una tradición de trabajo a cambio de una existencia especulativa, se puede advertir un trasunto de las tensiones que latían en una España convulsionada entre dos siglos.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Tenía muchas ganas de leer algo de este autor. Algunas obras del mismo permanecen aún en mi memoria infantil por las series de la televisión pública de hace años: La barraca o ésta misma novela de Cañas y Barro y una, a pesar de los pocos años que tenía, aún recuerda a personajes tan entrañables como Tono, el abuelo Palomas o Neleta, la guapa tabernera que hacía estragos en la albufera. También es cierto que emprendí la lectura de este libro, al amparo del Reto promovido por el blog Un lector indiscreto de Me gustan los clásicos, con el miedo de que al haber pasado tantos años desde su publicación y de que vi la serie siendo una niña, su lectura me pareciera fuera de mis gustos actuales, demasiado antigua o demasiado desfasada. Sin embargo, he de reconocer que si en su día me gustó la serie y todos y cada uno de sus personajes, la lectura del libro no sólo me los ha traído a la memoria para visualizarlos de nuevo, sino que la historia me ha resultado muy entretenida y muy enriquecedora desde el punto de vista del realismo tan desgarrador con que está contada por el autor.
Todas estas tensiones hacen que la novela sea especialmente dura, realista hasta el extremo, silencios que se cortan y palabras que, cuando se dicen, abren nuevas heridas.
En resumen, aún viendo la cantidad de novedades que tenemos estos días en todas las librerías, os animo a acercaros a novelas como Cañas y Barro. Me ha resultado una lectura deliciosa y conmovedora. Dura hasta el extremo y escrita con una cercanía que invita a visitar el Palmar y la Albufera más pronto que tarde. Me alegra haberme acercado a este autor y no dudo en que leeré más obras del mismo. No me perdonaría olvidarme de él.