Al día siguiente de colocar el anuncio, la estudiante del barrio de Chatswood se dio con la sorpresa de que más de 20.000 personas ya habían confirmado su asistencia y para hoy el número se había multiplicado por diez hasta los 200.000, porque siguen contestando aunque se haya anulado.
Al final, la joven pudo celebrar el cumpleaños con sus amigos en una fiesta privada en casa y con agentes de la policía en el exterior para evitar incidentes.
Un portal de internet ha comenzado hoy a vender camisetas con el nombre de Jess y la fecha de la fiesta por un valor de unos 16 dólares.