En este artículo: Derechos de Niñas, Donald Trump, Estados Unidos, Infancia, México, Migración, Niños, Niños y Adolescentes
Tomado de cubadebate
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó este lunes el trato que reciben los niños migrantes en la frontera de Estados Unidos, una de las políticas inhumanas de la administración de Donald Trump.
En un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, el titular de la diplomacia cubana denunció que estos infantes “sufren un tratamiento semejante a la tortura, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatras”.
“La promoción de políticas inhumanas por el presidente Trump marca el trato a miles de personas y la separación de hijos de sus padres”, escribió, además.
Niños inmigrantes en #EEUU sufren un tratamiento semejante a la tortura, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatras.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 4, 2021
La promoción de políticas inhumanas por el presidente Trump marca el trato a miles de personas y la separación de hijos de sus padres. pic.twitter.com/UKlwgA6Vaa
Un reciente informe publicado por el Diario Oficial de la Academia Estadounidense de Pediatras, asegura que la política de la actual administración con los menores inmigrantes detenidos en su intento de entrar al país es “compatible con la tortura”.
De acuerdo con el texto, el trato de los niños en la frontera con México “cumple con los tres criterios de tortura”, según la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y el Estatuto de Roma.
La prohibición de la tortura, en particular contra los niños, forma parte de los Acuerdos de Ginebra, recuerda además el documento.
En el pasado año fiscal, 30 mil 557 menores de edad que viajaban sin la compañía de un padre o tutor legal, en su mayoría centroamericanos, fueron detenidos en la frontera estadounidense.
Estos se suman a otras 52 mil 230 personas detenidas cuando ingresaron ilegalmente al país en grupos familiares.
Más de dos años después, 600 menores siguen sin poder reencontrarse con sus progenitores tras la separación por disposición de la administración saliente.