Por el volumen de los 4 libros que de momento forman la saga, me imaginaba una historia un poco más densa y difícil de entrar, pero la realidad es que la prosa de Martin tiene una efectividad pasmosa. Tras el inquietante prólogo, te metes de lleno en la vida de los numerosos personajes que protagonizan la historia gracias a una narrativa sin florituras pero tremendamente hábil. La historia, que de momento se centra principalmente en la familia Stark de Invernalia, se nos cuenta desde el punto de vista de los distintos personajes (de a uno por episodio) y en ningún momento para para explicarnos antecedentes, sino que se van dejando caer pistas sobre la marcha. Por lo poco que pude leer hasta ahora, se nota que Martin está plantando las semillas de una mitología realmente fascinante y que de momento no soy capaz de ver ni el 1% de la interesante y ambiciosa trama. De momento lo que más me está gustando del libro son los sólidos y carismáticos personajes (mi favorito: Jon Nieve) y los detalles que van creando tensión poco a poco, como el presagio del huargo muerto (que al principio no sabes que quiere decir pero luego se completa sutilmente el significado). El invierno se acerca...
También me hice un auto-regalo anticipado en forma de concierto. Había comprado la entrada para Kitty, Daisy & Lewis hace como 2 semanas y que me parta un rayo si la espera no valió la pena. Los jóvenes hermanos ingleses me maravillaron con su R&B/Rockabilly vintage, realmente me hicieron sentir como en los años 50. Es increíble que 3 chicos tan jóvenes toquen este tipo de música con tanta pasión y habilidad. Lewis es el claro motor del grupo, y se nota porque cuando toca el piano o la guitarra se convierte en el protagonista, pero sus dos hermanas no se quedan atrás. Ambas tienen unas voces ideales y son muy versátiles a la hora de tocar cualquier otro instrumento. La que verdaderamente me fascinó (a mí y a todo el público) fue Kitty y su descomunal pasión para tocar la harmónica. Simpre que intervino hizo vibrar al público, y en un momento se llevo una auténtica ovación tras aguantar como 2 minutos sin para de tocar las mismas 3 notas. La otra estrella de la noche fue Tan Tan, el trompetista jamaicano que acompañó al grupo durante el segmento reggae y el jam final. En poco más de una hora y media les dio tiempo a tocar casi todo el disco, una canción del próximo y nos regalaron el lujazo de finalizar la ya genial actuación con media hora de improvisación pura. Brillantes, se nota cuando la música sale del alma. Escuchen a qué me refiero:
Mis otros dos regalos favoritos (sin contar la deliciosa cena que me hizo mi madre) fueron la nueva canción de The Wave Pictures [Spotify] (grupo que no me voy a cansar de recomendar jamás) y el haber terminado un laaargo trabajo para la universidad que me privó de poder dedicarle tiempo al blog. Saludos y a ver si mañana me puedo comentar de una buena vez el final de Skins.