"Veit ec at ec hecc vindga meiði a
netr allar nío,
geiri vndaþr oc gefinn Oðni,
sialfr sialfom mer,
a þeim meiþi, er mangi veit, hvers hann af rótom renn.
Við hleifi mic seldo ne viþ hornigi,
nysta ec niþr,
nam ec vp rvnar,
opandi nam,
fell ec aptr þaðan."
(Se que colgué en un árbol mecido por el viento nueve largas noches
herido con una lanza y entregado a Odín, yo mismo ofrecido a mí mismo,en aquel árbol del cual nadie conoce el origen de sus raíces.
No me dieron pan ni de beber del cuerno,miré hacia lo hondo,
tomé las runas, las tomé entre gritos,
luego me desplomé a la tierra.)
(Rúnatáls-tháttr-Odhins o Canción rúnica de Odín)
Mi pasado se vengó en Abril de 2018,
entristeció mi rostro para siempre.Cuando miro al espejo veo claramente
la calavera que habita detrás de mi piel.
Estás palabras suplican no ser un recuerdo tras estos minutos,
no molestar en ninguna cabeza.
Que no quedé nada de ese amasijo de carne y huesos que fui;
dominado por la inconsciencia,
a ratos lascivos,
alguna vez libidinoso,
siempre inconsciente entre el bien y el mal.
Yo tan sólo quería un trago.
He perdido el miedo a la muerte,
ahora, soltad a los perros.
PRIMER DÍA
Crees sentir ese fino hilo que te une a la vida
cuando ves fotos antiguas tras tres días sin apenas dormir
y sientes el frío de la lejanía recorrer los cada poro de tu cuerpo.
Noche primera. 02:00 a.m.
Nubes, no diviso ninguna estrella.
Aire espeso, casi putrefacto.Cuando muera, no será como soñamos.
Al ser humano sólo lo redimirá la muerte, el inicio de la bondad.
SEGUNDO DÍA
Tardes de domingo buscando farmacias de turno,
la culpa, el perro.Por un momento tuve un deseo incontrolable hacia la mujer invisible.
Ninguna isla es un paraíso.
Mi voz interior, mi amada y mi asesina;
por hoy, me voy a tener que despedir de ti.
Noche segunda. 01:31 a.m.
Nubes y una estrella que no calma el ansia.
Palabras hermosas salidas de la ira.Y en tu mente renace el pasado,
por momentos te acomodas en eso que
etiquetas como un desastre.
TERCER DÍA
No hemos aprendido a jugar a ganar.
Por mucho que lo neguemos,
de ti y de mí queda más que un recuerdo,
ya están estos versos que reflejan que existimos.
También adquirimos una resistencia infrahumana al sufrimiento.
Noche tercera. 00:57 a.m.
Me asomo para escuchar que me cuenta la Luna y
ver sólo lo que me quiere mostrar: fina y bella,
sin querer mostrar detalles de toda su luz.
Coqueta - hace bien-
Al fin hay estrellas.
INTERLUDIO
Perdí un poema en el que jugaba a ser Dylan,
en aquella estación de servicio de Mérida,
esperando el bus a Lisboa,
asándome al Sol por unas fotos bonitas.
Atracas mi alma cada noche,una y otra vez.
Te llevas el escaso botín
y renazco, renazco, renazco...
Tras el telón; Dios, mi mente y Yo.
Noche cuarta. 05:00 a.m.
Que triste es reconocer que
mi hogar, mi calma estarán
donde estés Tú.
Con nubes, hay un pequeño haz
de luz.
Puede que de tí dependa mi mirada.
La luz marcará el camino.
QUINTO DÍA
No me des la llave de la fortaleza,
que rodea tu corazón.
No antes de que esto llegue al final.
Última noche, 23:00 p.m.
Hermoso desfile de nubes que adoptan múltiples formas,
animadas por el viento con el cielo
de telón de fondo.
Hace un tiempo entre la pena y la nada,
elegí el dolor.
Ahora sé que entre el dolor y un posible mañana
se encuentra el amor.
Te prometo que más pronto que tarde volaremos
a Chicago. Tan pronto como marche el frío que conforta mi cama.
He aquí una respuesta para ti.
Y valiente,
entre la bondad y la maldad;
elijo la bondad.