Durante un viaje de placer a Cancún, dos matrimonios, amigos desde hace muchos años, animados por la bebida y el ambiente vacacional discurren sobre cómo sus vidas podrían fácilmente haber sido otras si el final de una fiesta de hace 25 años se hubiera desarrollado de otro modo, y en consecuencia la elección de las parejas hubiese resultado distinta. Este hecho les hace fantasear e imaginar cuál sería su comportamiento si ese hipotético emparejamiento hubiese tenido lugar.
El buen hacer teatral de Jordi Galcerán le lleva a emparentar los sucedidos acaecidos entre dos despertares con obras clave del teatro universal; estoy pensando especialmente en la shakespeariana El sueño de una noche de verano, pues al igual que en ésta los emparejamientos reales parece que no se corresponden del todo con los deseos más escondidos de los personajes. Pero el magnífico escritor no se conforma con esto sino que sabe introducir la sorpresa y lo inesperado en la trama para regocijo de los espectadores.
Es una obra colorista y divertida pese a hacer aflorar aspectos ocultos con los que la mayoría de los seres humanos viajamos por la vida. En ocasiones, en especial al final, su estética y puesta en escena trajo a mi mente los desenfadados seriales que llenan gran parte de la parrilla televisiva; no hay que olvidar que Jordi Galcerán fue guionista de culebrones televisivos en la televión autonómica catalana.
Los cuatro actores (María Barranco como Reme, Francesc Albiol como Paco, Vicente Romero como Vicente, y Aurora Sánchez como Laura) están a un muy alto nivel. No hay diferencias sustanciales entre unos y otros; los cuatro poseen vis cómica, aunque quizás por su personaje sea Vicente Romero quien más deleite al público. Lo interesante es que los cuatro personajes tienen psicología reconocible, de modo que la comedia más que de situaciones lo es de personajes.
El director, Gabriel Olivares, resuelve con acierto la puesta en escena, que es escueta y muy reconocible para cualquier espectador. Con la misma realza la intencionalidad perseguida por el autor de contar la historia de manera simple, lo que no es tan fácil pues como afirma el mismo Jordi al ser preguntado sobre ello "contar una historia de manera compleja es muy sencillo. Pero no lo es tanto hacerlo al revés". Gabriel Olivares ha colaborado en otros proyectos en los que también ha participado Jordi Galcerán. Pienso concretamente en que fue él quien dirigió la adaptación de Galcerán de "El nombre" ('Le nom'), la aclamada comedia francesa escrita por Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte. Esa obra parte de la elección de nombre para un bebé, un pequeño conflicto que provoca una desaforada pelea entre cinco amigos que desentierra viejos rencores y reabre heridas mal suturadas. Es precisamente a este tipo de obras ("El nombre" o también la de Yasmina Reza "Un dios salvaje") que parten de situaciones muy habituales en nuestra sociedad y que sirven para reflexionar sobre la condición humana sin renunciar a la sonrisa, al que se adscribe la de "Cancún". El autor
Jordi Galcerán
Si actualmente en España dentro del mundo del teatro hay un autor de éxito, ése es sin duda Jordi Galcerán. Yo, como tantos otros españoles, lo conocí a raiz del éxito de su obra "El método Grönholm" que se estrenó en Barcelona bajo dirección de Sergi Belbel en 2003, y al año siguiente en Madrid con dirección de Tamzin Townsend. A partir de esta obra Galcerán no ha dejado de conocer el éxito en España y fuera de ella con obras como esta de "Cancún" (2007), "Burundanga. El final de una banda" (2010) o "El crédito" (2013). Precisamente estos tres títulos se pueden actualmente ver en Madrid: en el Infanta Isabel, "Cancún"; "Burundanga", en su ya 4ª temporada, en el Teatro Lara; y "El crédito" por segunda temporada en el Marquina.Está claro que Galcerán es un autor de éxito. Por eso el pasado 17 de noviembre quise asistir en Madrid a la que peveía -y no me defraudó para nada- interesante conversación entre Carlos Hipólito, actor que triunfa actualmente en la capital con "El crédito", y el propio escritor. Sirvió de moderador Enrique Salaberría, presidente del grupo Smedia, precisamente la empresa teatral a la que está adscrito el teatro Infanta Isabel donde se representa desde el pasado día 5 de octubre, esta séptima obra salida de la pluma de Jordi Galcerán, "Cancún".
La conversación tenía un título sugerente: "Autor y actor. ¿Cómo construir un éxito?". A esta cuestión el escritor barcelonés respondió con la idea que está en la base de la obra que disfruté este pasado domingo: Fundamentalmente depende -dijo- de la suerte, pues aunque tengas talento y trabajes denodadamente si la suerte no te acompaña...
En esta entretenidísima conversación se apuntaron ideas muy a tener en cuenta, que os invito a ver y escuchar en el siguiente video
[video de Emilio Tenorio -www.emiliotenorio.com-]
Sólo decir para finalizar que la obra se mantiene en cartel hasta el próximo día 5 de enero de 2015. Aún hay tiempo para ir a verla. Yo, desde luego, os la recomiendo vivamente a todos.