Revista Religión

Cándida María de Jesús, fundadora de las Hijas de Jesús, SANTA

Por Joseantoniobenito

Cándida María de Jesús, fundadora de las Hijas de Jesús, SANTA

Cándida María de Jesús, fundadora de las Hijas de Jesús, SANTA

 

Canonización de la fundadora de las Hijas de Jesús

OMPRESS-ROMA (15-10-10) La curia generalicia de la Congregación Hijas de Jesús, en Roma, se prepara para recibir a más de 3.000 personas de 20 países y 90 lugares que están peregrinando en este momento para participar en la canonización el próximo domingo 17 de octubre de su fundadora, Cándida María de Jesús.

Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, China, España, Estados Unidos, Filipinas, Italia, Japón, Mozambique, Portugal, República Dominicana, Tailandia, Taiwán, Uruguay y Venezuela estarán representados como lugares donde se encuentran presentes o han estado en algún momento las Hijas de Jesús.

El grupo más numeroso llega de España, precisamente más de 2.000 peregrinos, país donde nació la fundadora, en Andoain, y fundó la congregación  en Salamanca.

Esta Congregación se dedica a la educación en todos los campos y para todas las clases sociales: enseñanza escolar reglada, acompañamiento de los más desfavorecidos, acompañamiento de los jóvenes, procesos de reeducación, catequesis.

Muchos centros educativos dispersos por todo el planeta organizan peregrinaciones a Roma para participar en la canonización de la Madre Cándida junto a Stanislav Soltys, sacerdote de los canónigos Regulares Lateranenses; André Bessette, religioso de la Congregación de Santa Cruz; Mary of the Cross Mackillop, fundadora de la Congregación de las religiosas de San José del Sagrado Corazón; Giulia Salzano, fundadora de la Congregación de las hermanas catequistas del Sagrado Corazón; y Battista Camilla Varano, virgen clarisa.

“El gobierno general de la Congregación apuesta por ‘una canonización de la solidaridad’ destacando dos aspectos: la austeridad y la sencillez. En estos momentos en que la sociedad sufre una crisis económica, las Hijas de Jesús desean vivir este acontecimiento desde cualquier lugar, de manera festiva, pero solidarizándose con los más desfavorecidos. Porque precisamente la Madre Cándida fue una mujer sencilla y valiente, que hizo de su vida una constante entrega a la voluntad de Dios”, informan desde la congregación.

El 9 de agosto de 1912 moría en Salamanca, Cándida María de Jesús, fue beatificada el 12 de mayo de 1996 y durante el mes de julio de 2009 Benedicto XVI autorizó a promulgar el decreto del milagro. El pasado 19 de febrero de 2010, Benedicto XVI anunciaba su canonización, en Roma, el próximo domingo 17 de octubre de este mismo año.

El milagro de la canonización que se aprobó para la canonización se refiere a la curación, hace nueve años, de una Hija de Jesús, María del Carmen del Val Rodríguez, de la Comunidad de “Nazareth” en Valladolid. Sufrió una enfermedad cerebral que le causó muchas lesiones en el cerebro y estuvo en coma severo unos 12 días. Su comunidad invocó a la Madre Cándida con mucha fe. La hermana Carmen se recuperó y ahora, a los 87 años, se encuentra muy bien.

Un milagro del siglo XXI. Un suceso con el nombre de Valladolid. Una vallisoletana como protagonista. María del Carmen del Val Rodríguez es la afortunada de una curación milagrosa inexplicable en el año 2000, que permitirá la canonización de Cándida María de Jesús, fundadora de las Hijas de Jesús, su propia congregación. Una historia que hace creíble los milagros en la sociedad de la tecnología y la información.

Su milagro ha sido la recuperación plena y total ausencia de incapacidad neurológica y psíquica tras pasar doce días en coma severo en el Hospital Clínico de Valladolid, debido a una leucoencefalopatía multifocal progresiva sin solución. Prueba de ello es que los médicos dijeron el 25 de octubre de 2000 que su muerte era inminente.

Sin embargo, esta religiosa 'jesuitina', nacida el 6 de noviembre de 1922 en el municipio del San Salvador de Hornija, está perfectamente tras "el susto", como dicen algunas de sus hermanas, y este domingo 17 de octubre acaparará todas las miradas. Sobre ella recae el peso de la santificación de Cándida María de Jesús. Este hecho le hará estar en un lugar privilegiado en Roma y ser una de las pocas personas a las que Benedicto XVI saludará en esta celebración.

A sus 87 años se encuentra abrumada por todo lo que tendrá que vivir en la Ciudad Eterna. Con humildad y sin saber muy bien cómo expresarse, reconoce que "es una afortunada" por ser "la receptora del milagro", y afirma que no cree "merecerlo", porque "no hay motivos para ello".

Impresionada por todo lo que le rodea, esta mujer que lleva 68 años en la Congregación y tomó la profesión perpetua en 1950 en Medina del Campo, no se acuerda de nada de lo que aconteció para la curación milagrosa. "Tengo el recuerdo de estar tirada en el suelo y que había baldosas rojas y brillantes, y nada más. Me dijeron que me caí a la entrada de la comunidad".

Todo lo que sabe se lo han contado, incluso que nadie creía en su sanación. Hay dos fechas que desmentían el diagnóstico de finales de octubre. El 4 de noviembre de 2000 abrió espontáneamente los ojos, y entre el 8 y el 9 de ese mes empezó a hablar. Se había curado y las pruebas neurológicas así lo decían, para sorpresa de todos.

Una 'respuesta del señor'

Esta 'jesuitina' cree que el milagro es el fruto de "una respuesta del Señor y por la mediación de Cándida María", pero no se olvida de decir que fue su comunidad de hermanas quien "depositó toda su fe en la fundadora".

"La comunidad es la que dio la fuerza al Señor y tuvo esa fe para pedir su intercesión, solamente tengo palabras de emoción y agradecimiento para todo el mundo", matiza.

Del Val está "satisfecha" de vivir de una forma especial esta celebración, si bien reconoce tener "una cierta preocupación" por cómo será ese momento. Sabedora de que ella es el milagro, echa la vista atrás y recuerda ahora su infancia en su pueblo. "De mis padres tengo un recuerdo bueno porque inculcaron valores. Sobre todo me acuerdo de la primera comunión y de lo que me pidió mi madre que hiciera, que fue pedir por mi padre y que Dios me dijo que lo concedía, pero yo iba a ser suya".

Ahora esta profesora de 3º de EGB durante muchos años en el colegio de Fray Luis de León de Valladolid durante 9 años o en el de Medina del Campo otros 11, entre otros, se dedica a hacer punto y también a la venta de productos para ayudar a los leprosos, y a descansar, porque como ella manifiesta: "De la vida no espero ya nada, solamente darlo todo hasta la muerte".

Este domingo, a las 10 horas, Del Val asistirá como protagonista a una ceremonia solemne en la que se proclamará santa a su fundadora, Cándida María de Jesús, de nombre de nacimiento Juana Josefa Cipitria y Barriola –nacida en la localidad guipuzcoana de Andoain el 31 de mayo de 1845 y fallecida en Salamanca el 9 de agosto de 1912–.

La futura santa, que tuvo la moción de fundar las Hijas de Jesús en la ciudad del Pisuerga el 2 de abril de 1869 y lo puso en marcha en Salamanca con su primera fundación junto a otras cinco mujeres en 1871, tiene una ciudad que se hará presente en Roma cuando el papa Benedicto XVI pronuncie su nombre y sea elevada a los altares, esa ciudad es Valladolid. Aquí está el origen de la congregación en el año 1869; aquí se halla la persona benefactora del milagro de esta beata; y aquí se abrió el proceso de santificación en esta archidiócesis.

El proceso se inició en la Curia de Valladolid con los presbíteros Félix López Zarzuelo, José Andrés Cabrerizo y José Luis López Zubillaga de 2002 a 2004. Pero hubo que esperar a que el 25 de septiembre de 2008, la Junta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos reconociese que la curación completa no era científicamente explicable.

LA CANONIZACIÓN

El Papa ha canonizado esta mañana a la religiosa guipuzcoana Cándida Maria de Jesús Cipitria y Barriola, fundadora de las Hijas de Jesús, en acto en el que ha proclamado otros cinco santos, entre ellos Mary Mackillop of the Cross, la primera santa australiana.

ROMA. En la misa de canonización, ante más de 50.000 personas presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa ha manifestado que los nuevos santos "hacen resplandecer la Iglesia". Además, ha destacado la importancia de la oración en la vida cristiana, que debe ser "verdadera expresión de fe".

De la Madre Cándida, el Pontífice ha destacado su afán por vivir "sólo para Dios" y su fidelidad a la misión de educar a los más jóvenes y a la promoción de la mujer. Con escasos medios, ha dicho Benedicto XVI, "contagió a otras Hermanas para seguir a Jesús" . La Madre Cándida es la fundadora de la Congregación de las Hijas de Jesús, presentes en 17 países de los cinco continentes.

Sobre Mary Mackillop, la primera santa de Australia, el Papa ha destacado su dedicación a los pobres de las zonas rurales de Australia, a quienes "dedicó su juventud, inspirando a otras mujeres para que se unieran a ella en la primera comunidad de religiosas de ese país". Según ha indicado Benedicto XVI en la homilía, Mary Mackillop "proporcionó una formación espiritual e intelectual a los jóvenes que se confiaron a ella, sin reparar en el rango o la riqueza".

Según ha declarado al diario australiano 'The Sidney Morning Herald' el Cardenal George Pell, de Sidney, la canonización de Mary Mackillop es la confirmación de que no se trata simplemente de una santa local, sino que "tiene un mensaje para todo el mundo católico". Esta canonización , ha concluido, es un gran paso para la historia del catolicismo en Australia.

A la ceremonia han acudido una representación de más de 4.000 españoles procedentes sobre todo de Burgos, Salamanca y País Vasco, acompañados por el obispo de Salamanca, monseñor Carlos López Hernández. Según cifras oficiales, los australianos llegan a más de 6.000 personas presentes en la ceremonia.

Los otros beatos que han sido canonizados son Stanislaw Kazimierczyk Soltys, polaco, Andrè (Alfred) Bessete, proveniente de Canadá, Giulia Salzano italiana y religiosa y Battista Camilla Da Varano, religiosa italiana de la Orden de Santa Clara. Con estos seis nuevos santos, ya son 29 los beatos elevados a los altares por Benedicto XVI.

 


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