Ésta es, aunque no lo parezca pues anuncia fiesta, una receta de aprovechamiento. Había que utilizar una merluza congelada que tenía y decidí emplearla preparando unos deliciosos canelones de pescado.
Yo los hice con langostinos y gulas, pero podéis usar gambas o cualquier otro pescado blanco que tengáis. Es una buena manera de darles pescado a los niños. Sólo queda rehogar una buena cebolla y saltear los pescados en trocitos. Enrollar los canelones rellenando con la farsa. Salsear con una bechamel clarita y ya está.
Para 5 personas:
- 20 placas de canelones
- 4 rodajas de merluza congelada (o 400 g de merluza fresca)
- 300 g de langostinos (o gambas)
- 100 g de gulas
- 1 cebolleta grande
- 2 cucharadas e salsa de tomate
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 1 vasito de vino blanco
- sal
- queso rallado para gratinar
- 3 cucharadas soperas de harina
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de mantequilla
- 500 mL d leche
- sal
Se ponen las placas de canelón en remojo en agua templada salada.
Se pone el aceite en una sartén y se calienta. Se pica la cebolla o cebolleta y se fríe unos minutos en la sartén. Se pelan los langostinos o gambas y se cortan en trozos. Se pica la merluza en dados.
Se agrega el pescado a la sartén,se salpimenta y se fríe unos instantes. Se agrega el tomate frito, se da unas vueltas con la cuchara de palo. Se sube el fuego y se agrega el vino banco, dejando que se evapore el alcohol.
Se incorporan las gulas a la sartén y se deja que se cocine todo unos instantes. Se escurren las placas de canelón y se secan colocando encima de un paño de algodón limpio y presionando suave con otro, también seco.
Se ponen dos cucharaditas de relleno en cada canelón y se envuelven. Se disponen en una fuente para horno.
Se prepara la bechamel. Para ello, se pone en una cazuela o sartén el aceite con la manteqilla y se deja derretir. Cuando la grasa esté líquida y caliente, se añade la harina.
Se remueve bien con una cuchara de madera hasta que quede una bola ligada y se va agregando la leche, poco a poco, y sin dejar de remover.
Se sala y se deja en una textura semilíquida.
Se salsean los canelones, se espolvorean con queso rallado y se gratinan unos minutos en el horno bien caliente. Se comen bien calentitos.