La última vez que los hice fue un Domingo, lo recuerdo perfectamente porque los dejé preparados para comerlos al día siguiente. Cuando salí de trabajar, llamé a casa y dije: " Saca del horno la bandeja de los canelones, calienta el horno y dentro de diez minutos mete de nuevo la bandeja y los gratinas " . . . iba relamiéndome en el coche.
Comprenderéis que aquello quedó incomible y fue directo a la basura, y yo tenía un cabreo, de los que hacen historia. A día de hoy, cada vez que los hago, todavía se ríen de aquello y no falta la frasecita: . . .¿Recuerdas aquél día . . . ? Y a mí me sigue sin hacer gracia, bueno reconozco que ya sonrío, pero no a carcajadas como ellos . . que se parten de la risa y no paran.
Es un plato muy lucido, y si tenéis invitados, junto a una buena ensalada, me parece un menú estupendo.
Lo bueno es que se puede tener preparado con antelación y se necesita sólo darle el último golpe de calor antes de servirlos, facilitándote un plato de lujo sin el esfuerzo de última hora, eso si, con la previsión que no sea mi hijo el encargado de calentarlos . . . por si acaso.
Y ahora, vamos al lío.
{ Calculamos cinco canelones por persona }
*En ésta ocasión, aproveché la carne de pollo del cocido, pero se puede sustituir por la misma cantidad de carne molida de cerdo, ternera, combinada, cordero o soja texturizada*
* Rallamos la cebolla o partimos muy pequeña, como nos guste más.
* Ponemos un poco de aceite de oliva y refreímos.
* El pollo lo partimos pequeño con cuchillo, me gusta más que pasarlo por picadora.
* Añadimos el pollo y removemos, seguidamente añadimos tomate frito, el suficiente para ver que el relleno queda ligado. En casa no quieren el Tomate Frito Casero, así que tengo que usar de bote. . . viver para ver, que diría alguno.
* Vamos dejando caer las placas de una en una, con cuidado de dejar unos segundos entre una y otra para que no se peguen.
* Recomiendo que los dejes unos minutos menos de los que indican los fabricantes, en cuanto veo que están flexibles para poder doblarlos, los saco.
* Los dejamos sobre un paño para que vayan secando.
* Cerramos primero una parte.
* Después plegamos la otra parte y los dejamos con el cierre hacia arriba {truco buenísimo de mi amiga Nuria}
* En la fuente que vayamos a utilizar, ponemos un fondo de tomate.
* Encima colocamos los canelones ya rellenos.
* Cubrimos con bechamel, si es casera, más rica, abajo explico cómo hacerla.
* Repartimos queso rallado por encima, el que más nos guste, en este caso puse Gouda.
* Llevamos al horno, 180º calor arriba y abajo, posición media, unos veinte minutos o hasta que veamos dorada la superficie.
* Pondremos un poco de aceite de oliva en una olla, si prefieres mantequilla, hazla con ella.
* Añadimos la harina y a fuego bajo, la doramos, de esta forma tendrá mejor sabor.
* Le vamos añadiendo poco a poco la leche, que la tendremos caliente. No dejaremos de mover en ningún momento.
* No añadiremos más leche, hasta que no se haya incorporado la que habíamos añadido, queremos una bechamel sin grumos y que no sea espesa.
* Cuando llevemos unos quince minutos moviendo la bechamel, estará lista.
Los canelones admiten múltiples rellenos. Esta receta en realidad es de aprovechamiento, ya que tenía mucha carne de pollo de un cocido que hice, pero no tenía ganas de preparar tantas croquetas.
Los próximos canelones que haga, serán los de Macu, que me tienen loca desde que los vi.