No hace mucho os conté como cangrejín había protagonizado un intento de fuga (podéis leerlo aquí). Al parecer no fue sólo una, y tampoco estaba solo.
Fueron varias las ocasiones en las que tuvieron que correr detrás de él por el pasillo para que no se escapara. Además, otros niños y niñas también lo hacían cada vez que se encontraban con la puerta abierta o en el pasillo.
Así que se han visto obligados a poner en el pasillo esa reja, para que los peques no puedan huir y las profesoras puedan estar un poco tranquilas si el equipo de fugas consigue salir del aula.
Cómo podéis ver en la foto cangrejín, al más puro estilo Michael Scofield en Prison Break, está estudiando su nuevo obstáculo para encontrar el modo de superarlo.
No tardará mucho en averiguar como abrirla, de hecho en ese mismo instante ya sabía donde tenía que tocar, pero no podía o no sabía como girar el pestillo, pero es cuestión de tiempo. Me temo que el colegio tendrá que ir pensando en nuevas medidas para cuando esta ya no sea suficiente.
¡Hacia la Libertad!