Canon ha presentado por fin su propuesta de cámara fotográfica con formato sin espejo, la Canon EOS M, una cámara que destaca por sus excelentes funcionalidades y su sencillez en el manejo, por lo que está destinada tanto para los que quieren iniciarse en el mundo de la fotografía, como para aquellos que quieren una cámara versátil y que no ocupe muchos espacio, al menos, en lo referente al cuerpo.
Comenzamos a repasar la especificaciones de la nueva EOS M por su sensor, un componente seleccionado de la popular familia EOS de la compañía, por lo que estamos ante un CMOS APS-C con una resolución de 18 megapíxeles y un tamaño de 22,3 x 14,9 milímetros; y que además de aportar calidad, cuenta con compatibilidad con muchos de los accesorios existentes para la gama EOS.
El procesador que canon ha incorporado en su primera cámara sin espejo es un DIGIC 4 de 14 bits, que ofrece una sensibilidad de entre 100 y 12.000 ISO (ampliable hasta los 25.600) y modo ráfaga de hasta 4,3 imágenes por segundo.
Un aspecto que llama la atención de la EOS M es la significativa reducción de botones. Y es que Canon ha optado por incorporar los botones estrictamente necesarios: un dial en la parte trasera, otro en la parte superior (aunque limitado a seleccionar entre automático, manual y vídeo) y tres botones para acceder al resto de opciones; mientras que el resto de funcionalidades, como enfocar y disparar, las encontraremos en el sistema de menús que podemos ver desde la pantalla, la cual es táctil y con tecnología LCD Clear View. En este punto hay que resaltar que la pantalla no es abatible.
Con el fin de ayudar a los menos duchos en el uso de este tipo de dispositivos, la EOS M cuenta con diversos modos de disparo a los que podremos aplicar una amplia variedad de efectos. Con respecto al apartado de vídeo, la nueva sin espejo de Canon graba a 1080p, además de permitirnos editar y montar diferentes tomas o incluir música.
Como he comentado, Canon ha cuidado al máximo la compatibilidad de esta nueva cámara fotográfica, y lo ha logrado gracias a la montura que incorpora, la cual es de tipo EF-M, por lo que la hace compatible, mediante un adaptador, con objetivos del tipo EF y EF-S.
Si os ha gustado la propuesta de Canon para el mercado de las cámaras sin espejo, debéis saber que estará disponible durante el mes de octubre y su precio será de 850 euros si optamos por el cuerpo con objetivo 18-55mm, o de 1.050 euros si elegimos el de 22mm f/2.
Vía: Xataka