Artículo publicado el 07 de junio de 2021 en la edición 416 de Epaleccs.info )
“Maldito el hombre que confía en otro hombre”
Canserbero
Lo más triste del mundo del hip hop, es que este tipo de incidentes suelen ser más comunes de lo que se piensa. Tal vez lo novedoso haya sido, que esta tragedia sucedió aquí en Venezuela.
El caso atrapó nuestra atención, ya que en la emisora comunitaria Voces Libertarias 97.3 FM, de la Parroquia San Juan, el equipo de producción de esa estación radial ha estado desarrollando desde hace un par de meses una campaña en favor de limpiar la imagen del cantante Tirone José González Orama, mejor conocido en vida como Canserbero.
UN POETA MALDITO
El joven Canserbero, quien se autodenominaba a sí mismo un “poeta maldito”, ascendía como la espuma en vida por la irreverencia de sus líricas. En sus piezas, era capaz de desafiar al mismísimo diablo, y de profesar no tener fe alguna. Sin embargo, a pesar de la imagen ruda y aparentemente displicente que quería transmitir en escena, en las entrevistas se podía ver a un muchacho bastante tímido y frágil, que llegaría incluso a afirmar que “el amor es lo único que nos salva”.
En vida rápidamente pasó a convertirse en un cantante de culto. Sus presentaciones se llenaban de fanáticos eufóricos, y la fama lo llevó a toda Latinoamérica. A lo largo de su carrera llegó a lanzar dos álbumes de estudio como solista, Vida (2010) y Muerte (2012), respectivamente.
Esa fama súbita, sin embargo, pasaría a convertirse en su mayor desgracia. El joven rapero fue víctima de estafa poco antes de morir, y se dice que esta fue la verdadera razón de su tragedia.
TRÁGICO MISTERIO
Tal vez el solo talento de este joven cantautor de hip hop pudo haberlo llevado lejos, de no ser porque una desgracia marcó su destino para siempre.
Con apenas 28 años, la madrugada del 20 de enero de 2015, el cuerpo de Tirone González apareció sin vida en la entrada de su edificio en Maracay. Su mejor amigo, Carlos Molnar, yacía mientras con 20 puñaladas, mientras que su pareja, Natalia Améstica, aparentemente se salvó por permanecer escondida en un armario. Según el parte oficial, Canserbero sufría de esquizofrenia, y había presentado una crisis con la que atacó a su amigo, y luego procedió a suicidarse.
Sin embargo, su familia de inmediato desmintió esta versión. Extrañamente la única testigo del incidente huyó pronto del país, y todo quedó en un gran limbo. Kapú, el productor de Canserbero se quedó con los derechos de autor de sus canciones, de las que aún se lucra. Se dice fue él quien lo estafó poco antes de su muerte y que pudo haber sido el autor intelectual del crimen.
Existen muchas versiones en referencia a esta extraña tragedia. No se entiende porqué las autoridades no profundizaron en la investigación (el cuerpo de Canserbero mostraba señales de tortura).
Solo las víctimas y la única testigo de esta tragedia saben la verdad. Sin embargo, vale la pena escuchar los múltiples testimonios que defienden el honor de este joven que curiosamente cayó presa de la maldad que tanto denunciaba en sus letras.