CANTABRIANDO y III, Cascadas de Lamiña o de Úrsula (Ruente, Cantabria) 29-7-16

Por Rafasc

"Para rematar esta trilogía de paseos por Cantabria, se ha elegido una zona de interior en la comarca de Saja-Nansa y término municipal de Ruente, en el bajo Cabuérniga, allí donde los valles presumen del verde de sus prados y bosques, donde el agua corre a pesar del duro estío, y la arquitectura configura parte del carácter de estas tierras. Hoy salimos a la búsqueda de las Cascadas de Lamiña, también conocidas como de Úrsula".

Localización e inicio de ruta: A Barcenillas se accede desde la A8 Santander-Bilbao, saliendo por Cabezón de la Sal y desde esta población continuar a Ruente y de aquí a Barcenillas entrando al caserío en la segunda salida a la izd de la CA-180 donde aparcaremos el coche en una especie de placilla, desde donde comenzaremos a caminar.

Inicio de la ruta en Barcenillas sobre mapa satélite de Google

AVISO MUY IMPORTANTE: No dejes basura en el monte, ni pañuelos de papel u objetos absorbentes, ni cascaras de fruta, ni latas, plásticos, etc, etc. Llevar una bolsa en la mochila donde guardar los desperdicios ocupa poco y pesa menos, para tirarla al final de la ruta en algún punto de recogida, en un pueblo de paso, o incluso en casa. Otros usuarios y la naturaleza nos lo agradecerán.

Descripción de la ruta: Según entramos a la placita donde aparcamos el coche, cogeremos la calle a la derch de una casa que corta el paso, y avanzando siempre con tendencia S hasta el final de la calle; en esta intersección en forma de T daremos vista a un cartel informativo hacia nuestra izd que nos indica el camino hacia las Cascadas. de Lamiña. Continuamos a la izd por una pista de tierra flanqueada por muros de mampostería para al poco cruzar una barrera canadiense por su paso peatonal; metros después alcanzamos un ramal a la derch que obviaremos (señalizado como GR, es el Camino de los Foramontanos que lleva a Lamiña). Siguiendo por la pista forestal, rebasamos una finca a nuestra derch, y poco después alcanzamos una fuente/abrevadero a la izd del camino. La pista transita entre fincas y prados, cruza el arroyo Barcenillas por un vado hormigonado (existe un puente de madera para cuando el arroyo va crecido), y alcanza una bifurcación en Y, debiendo seguir por el ramal izd (el derch nos llevaría a Lamiña).


El camino afronta un repecho, y como a 500m de la bifurcación nos topamos con otra barrera canadiense que debemos cruzar por el paso peatonal. Al otro lado de la barrera veremos otro panel informativo de la ruta, y es en este punto donde abandonaremos la pista forestal para continuar por un camino que arranca a la derch y que desciende junto a un murete de piedra. El sendero gira a la izd separándose del muro y poco después gira a la derch alcanzando el arroyo Barcenillas, que deberemos cruzar. Ya en la otra orilla continuamos aguas arriba (el arroyo a nuestra izd) por un encantador bosque de hayas, salpicadas de robles y acebos. El sendero cruza el arroyo Moscadoiro por un puente de madera y en breve daremos vista a un doble salto de agua de poca altura y presagio de lo que nos espera.

Continuamos remontando el arroyo, y el rumor del agua nos indica que estamos cerca del objetivo del día, y en efecto en pocos metros nos hallamos enfrente de la primera de las Cascadas de Lamiña formada por un primer salto de estrecho caudal y el posterior desagüe de la charca que forma el salto principal.

Vadeando el arroyo entre las dos pozas que se forman, ascendemos por una zona con algunos peldaños de madera y pasarela (en no muy buen estado) para pocos metros aguas arriba dar con el segunda Cascada de Lamiña, formada por una vistosa cola de caballo. Es este un rincón mágico para deleitarse con estos caprichos de la naturaleza, y hacer una larga parada para fotografiar y reponer fuerzas.

Deleitados por el paraje, ascendemos por un senderillo a la izd. de la segunda cascada que en pocos metros nos lleva a un tercer salto de agua, más modesto que los anteriores, pero no por ello menos vistoso.

Cuando uno se encuentra en estos rincones, verdaderos prodigios de la naturaleza, siempre le viene el mismo pensamiento, ese por el que no se llega a comprender las actitudes de quienes no entienden que en la naturaleza no debemos dejar nuestra huella, salvo la de nuestras pisadas, y no convertir los espacios naturales en los "estercoleros" en que estamos transformando las ciudades. Parece lejano, muy lejano, el día que transitando por el monte no veamos ni un pañuelo de papel u otros desperdicios. Con este perenne pensamiento, emprendemos la vuelta por el mismo itinerario utilizado para alcanzar las cascadas.

Observaciones y recomendaciones: La ruta transita en su mayoría por pista forestal, y el resto por senderos de montaña, toda ella señalizada con marcas blancas y verdes de sendero local SL-R3; hay una fuente en Barcenillas junto al viejo lavadero y otra en la pista forestal como a 600m de su inicio. Ruta recomendada en cualquier época del año, aunque en el otoño y la primavera encontraremos el bosque y las cascadas en su mayor esplendor. Al final de la ruta es aconsejable callejear por Barcenillas visitando las casonas típicas de Cantabria, la iglesia, y el viejo lavadero.

Datos técnicos de la ruta: Distancia unos 9,5km; desnivel +/-350m; tiempo de marcha unas 3,5h según ritmo de caminar y sin contar paradas.

Dificultad de la ruta: 1+ (valoración personal, de 0 muy fácil a 5 muy difícil).

Cartografía recomendada: La mejor opción es la hola IGN MTN25-0057-IV


Galería fotográfica de la ruta pinchando aquí

© Texto y fotografía de Rafael Rodríguez