El nuevo goleador congo-belga: Michy Batshuayi. 20 años, expulsado del Anderlecht por mal comportamiento y encantado con los espacios para su explosividad Michy Batshuayi - Standard 2013 Se trata de un delantero que acaba de cumplir 20 años y que ha encandilado al fútbol belga en los últimos tiempos hasta explotar definitivamente este principio de curso. Ante todo, potencia, fuerza, corpulencia y mucha capacidad de remate con ambas piernas pues pese a ser diestro, se está convirtiendo en un definidor apto igualmente con su pierna izquierda. Encantado de jugar con espacios por delante para explotar su velocidad y zancada en el contragolpe para explotar metros donde demostrar amplitud, pero sobre todo en espacios cortos donde marca diferencias contundentes por esa explosividad de arranque que le permite, junto a su físico imponente, ganar terreno que en el área puede llegar a ser decisivo. Un goleador fresco, muy dinámico por la energía que desprende en sus movimientos, que suele caer a banda por ese compromiso que adopta en la intención de tener metros para correr a espaldas de los defensores y que, sobre todo, marca diferencias en detalles técnicos. Este es su gran aporte adicional respecto a otros delanteros de su misma generación, porque la habilidad en corto, el regate y en desborde, es una de sus principales cualidades. Ello le permite, por supuesto, ser no solo referente de ataque, sino ocupar extremos puntualmente si es necesario.
Con Les Rouches empezó teniendo minutos dispares bajo la dirección de entrenador Dominique D’ Onofrio, pero se consolidó en 2011, firmando su primer contrato profesional y jugando en competiciones europeas. Allí, pese a tener opciones aleatorias, acabó marcando 9 goles que le llevaron a ganarse puesto en la selección belga Sub 21. Fue el momento donde tuvo que elegir si jugar con su bandera o con la de su familia, un salto que cada vez será más decisivo pues, desde entonces, no ha parado de crecer. 12 goles el año pasado, sobre todo en un final de campaña espectacular que levantó las opciones europeas de su equipo, lo colocaron como una de las jóvenes atracciones. Hoy, junto al nigeriano Imoh Ezequiel, forma una delantera veloz, potente, de mucho amor por los metros que explotar y rematadora, pues ambos son el sello goleador de un Standard que lidera la Jupiler League. 9 goles en este arranque de curso han servido para generar expectativas con un futuro que el Anderlecht intenta volver a atraer, y que la Premier empieza a desear. Potencia, cambio de ritmo, explosividad, goles y una curiosa habilidad técnica para desbordar y regatear cuando abandona el área, hacen de Batshuayi un comodín ofensivo más para una selección belga llena de oportunidades de futuro. El suyo, marca como gran meta el sueño inmediato de acudir al Mundial 2014, aunque la realidad es que su crecimiento y progresión van destinados a ser uno de los líderes de la siguiente camada de cara a la próxima Eurocopa. Todo, asegurando espectáculo, goles y energía por una bandera congoleña que vuelve a ser pintada de belga cuando la pelota entra en juego.