Pero lejos de pararse ahí, nuestro protagonista tuvo una de esas conversaciones “arreglamundos” que sólo pueden darse en los bares. Sabía la solución a los problemas: hay que sacar todo nuestro dinero de todos los bancos y cajas del mundo, al mismo tiempo. Cantona propuso públicamente y StopBanque dispuso: el día 7 de diciembre era la fecha escogida para acabar con los bancos y, al mismo tiempo, avisar a los políticos. Así lo reza el comunicado lanzado por la plataforma ciudadana desde su blog: “No somos escuchados, no somos consultados, hacen lo contrario de lo que dicen y siempre en la misma dirección, a favor del sistema financiero y en contra de los ciudadanos. Es por ello que hemos hecho nuestra elección. Hemos decidido defender el sistema democrático atacando al sistema bancario.”
Definitivamente, la “teoría Cantona” no es nada desechable. “El sistema lo sostienen los bancos y una retirada del efectivo en masa supondría su quiebra fulminante”. La realidad dice que si somos capaces de retirar nuestros fondos de manera masiva de los bancos (aunque algunos cajeros sólo permitan retirar 600 euros al día) el sistema financiero sufriría un colapso. Y no es nuevo.
Del miedo al colapso
Allá por el 29, la Gran Depresión se forjó en base al miedo de la población que acudieron a la carrera a retirar sus fondos tras la caída en Bolsa de las acciones de sus bancos. Algo más cerca queda el corralito. Allá por 2001, y tras unos meses de rumores de quiebra bancaria, ayudas a las entidades para evitarlas y trasvases millonarios de dichas entidades a bancos extranjeros, el pueblo argentino, alarmado por la situación comenzó a vaciar sus depósitos de los bancos. La gente quería su dinero, que osadía en los tiempos que corren. Y ante tal descaro el Gobierno de Fernando de la Rúa, impuso el corralito. Nadie podía acceder a su dinero. Únicamente a 250 dólares por persona y semana.
Y no nos olvidemos de la “penúltima” quiebra mundial. Antes de la caída de Lehman Brothers, cantidades ingentes de dinero salieron de los bancos. Eso sí, esta vez eran grandes ahorradores y no pequeños depositantes. Pero fueron estos pequeños depositantes (con acento esta vez británico) los que, en 2007, armando grandes colas en las puertas del Northern Rock forzaron la nacionalización del banco por parte del Gobierno.
¿Y en España?. En España también claro. ¿Os suena Mario Conde?. Pues tras la intervención a Banesto (entidad que él dirigía con ayuda de una buena mano de gomina) los clientes retiraron más de 34.000 millones de pesetas de la época. Pero más cerca queda la intervención de Caja Castilla La Mancha, con una retirada de efectivo en torno a los 1.000 millones de euros.
Esto va en contra de Eric y su gente. La historia nos ha enseñado que el colapso lo produce el pánico y Eric ya no despierta el terror necesario. Futbolista odiado y querido por igual, a día de hoy despierta más ternura que confrontación y más cercanía social que pasión revolucionaria.Y, además, el enemigo tiene bien cubiertas las espaldas. Tras la última crisis (la que llevamos arrastrando) el Gobierno elevó de 20.000 a 100.000 euros la cantidad que cada titular de una cuenta tiene garantizada en caso de quiebra de la entidad, gracias al Fondo de Garantía de Depósitos (financiado en parte por el Banco de España). Incluso no puedes alegar nada si no te entregan todo tu capital en mano ya que el Banco Central Europeo solo obliga a los bancos a “guardar” en “líquido” un 2% de los depósitos realizados en sus entidades. Si ingresas 1.000 en la caja de tu pueblo, la caja de tu pueblo puede “jugar”, prestar o invertir 980 de esos euros, guardando los 20, por si los necesitas en caso de urgencia.
Pero si aún así, se colapsan Bancos y Cajas, ahí está el Estado para salvarlos a capa y espada, contra viento y marea, aunque suponga el hundimiento del propio estado. Grecia o Irlanda así lo hicieron y, el Big Brother Moderno (La Unión Europea) acudió al rescate.
Revolución y evolución
Así está el panorama, pero StopBanque se siente con fuerzas. La iniciativa ha calentado las redes sociales y son 23 los paises en los que, según los organizadores, se va a llevar a cabo el boicot revolucionario. Anoche, la web de seguimiento de la iniciativa ciudadana dejaba un mensaje:
“A partir de mañana (por hoy) comienza una nueva etapa. El ser humano no hará una revolución sino una evolución, dejando atrás la figura del Homo Sapiens y evolucionando a nuevo estado de conciencia jamás visto en la raza humana.”
Personas confirmadas : 80.477 personas.
Personas que aún están indecisas: 63.339 personas.
Personas que aún no han contestado: 1.165.423 personas.
¡Felicidades a todos! ¡Sin duda mañana será un día de celebración! Un día de libertad! ¡Un día donde demostrar que estamos muy vivos y donde decir basta!
Para cerrar con Eleanor Roosevelt, instigadora de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.”
Por ahora, políticos de todos los sectores reciben entre la sorna y la indiferencia, esta iniciativa. Pero si hay algo que a Cantoná no le gusta, es que se rían de él. Si existe una sola cosa que le saca de sus casillas, es que se le minusvaloren. Es entonces cuando se siente insultado…y eso Cantoná no lo tolera. Y entonces, con Eric cabreado, puede que sólo entonces, cunda el mayor de los pánicos y yo, entre otros, corra a sacar mi dinero para que Cantona no corra a sacarme los ojos.
Veremos que tal va. La plataforma ciudadana habla de que “el futuro dirá si tenemos razón”. Espero estar aquí para transmitírselo.