Cantos : & : ucronías

Publicado el 07 junio 2014 por Malama
Conoce bien el poeta Juan Carlos Mestre a Miguel Ángel Muñoz Sanjuán, y dice por eso en uno de los textos de la solapa que viste esta edición que representa una «poética imprescindible en tiempos de desamparo». Sobre todo en este libro, Cantos : & : ucronías (Madrid, Calambur Editorial, 2013), que es una sorprendente y sugerente propuesta cimentada en un ejercicio combinatorio de palabra, signo y símbolo, cercano unas veces al ideograma en el nivel paratextual del título, como en el logrado « ∩∩∩∩ [recóndito valle]» (las comillas son mías); otras, simplemente, en la creación de un alfabeto personal en el que cabe establecer algunas identificaciones o correspondencias. Así, «&» siempre es la conjunción «y», mientras que la flecha hacia la derecha vale por unas comillas que abren y la flecha hacia la izquierda por unas comillas que cierran. [No logro que este soporte me deje reproducir los signos que quiero] Así los signos de pausa «:» y «n». Una intención compendiada en el poema 9 de la segunda parte, en el que se lee que « —»»... Un idioma no son solo palabras  también son seres que alguna vez hablaron & también son los ruidos que interpretó el silencio de sus pensamientos: […] —»»... Quizá n nunca conozca el verdadero idioma bajo el que deseo recibir el amparo de mi existencia porque quizá todo sea lo que Presiento signos que pueden llegar a arrojarnos fuera de sus ficticios límites & hacernos morir como murieron los alfabetos ya indescifrables etime de tantas & tantas palabras predestinadamente rotas:» Cantos : & : ucronías es el quinto libro de poemas de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán y quizá sea el más ambicioso por el momento; y no precisamente por su aspecto formal y su codificación en dos partes o ciclos —«: Ciclo cóncavo :», de cuarenta y cinco textos, y «: Ciclo convexo :», de veintiuno—; sino por una poética que ahonda más y nuevamente en el sentido del decir poético y de la creación, de la literatura en un tiempo como el presente. Se me antoja que los dos ciclos están invertidos, que el cóncavo mira hacia el exterior, hacia un hombre genérico, hacia «yo eres, tú soy»; mientras que el convexo mira hacia el interior, lo autorreferencial, la palabra, hacia los límites de lo poético: «—»»... Poesía: lugar por habitar: nada de lo dicho nos es propio: idioma entretejido con nuestra propia mudez: …: …: …:». Pero también son indicios de ese afán por buscar nuevas rutas su experimentación con la apariencia y la disposición del poema en prosa; y su manera de sugerir que lo metafísico puede ir de la mano de una conciencia moral en el mundo en que se vive. La lectura de Cantos : & : ucronías es una experiencia estimulante para un lector que se avenga con lo que diverge, con lo que no concuerda con lo más acostumbrado. Así es. Por eso me gusta leer propuestas así.