“Capaos”. Confinamiento (temporada 7)

Por Juancarlos53
El Roto en “El País” del 6 de febrero de 2020

He perdido la cuenta de los días y semanas que llevo recluido. La verdad es que como cualquier confinado me voy habituando a la estrechez y tamaño de mi habitáculo y hasta podría decir que me voy encontrando a gusto. Es lo que tiene la libertad que siempre pugna por actuar y si la de movimientos está coartada entonces  busca enseñorearse en el interior de la persona. Creo que eso es lo que me está ocurriendo. Y no me molesta, la verdad.

En casa leo, veo series y películas, y busco alejarme del pensamiento único a través de grupos libremente elegidos por mí en las RR SS que frecuento. Dado que no puedo moverme más allá de los contados metros cuadrados de mi domicilio, mi mente y mi mundo de relaciones sociales se expande a través de conversaciones, opiniones y comentarios sobre los temas que me interesan: fundamentalmente libros, espectáculos teatrales, cine y seriales televisivos, Soy feliz y estoy a mis anchas dentro de lo que cabe refugiado en este sucedáneo de libertad.

A veces, sí, es cierto, en estas RR SS se cuela algún comentario, alguna opinión, se rebota (o se rebotaba) algún mensaje o convocatoria sobre el asunto de marras que nos tiene varados en dique seco desde hace ya siete semanas, siete. No me parece mal pues así sondeo desde mi pequeña atalaya el sentir, o mejor, los sentires de la sociedad abierta y plural que ahora no podemos frecuentar por eso de mantener el sanitariamente mal llamado ‘distanciamiento social‘ que mejor debiera denominarse ‘distanciamiento físico o personal‘. Sin embargo pienso que políticamente el concepto ‘distanciamiento social’ es perfecto, pues es lo que estoy/estamos viviendo en estos meses últimos.

Menos mal, me digo, que están las RR SS para charlar, parlotear, reírse, criticar, pensar por uno mismo… Pero no, ¡alto!, de eso nada, porque resulta que es tal la proliferación de mensajes, opiniones, informaciones, chistes, reflexiones, artículos, etc. que circulan por la Red de Redes que las bases del Sistema se conmocionan al ver que el control escapa de sus manos. Algo hay que hacer, ¿Qué se ha hecho por ahí?, se preguntan los gerifaltes. Prohibir, no; censurar con el viejo lápiz de dos colores, sería burdo y casposo; entrar en una campaña de desmentido de todo aquello que se entienda es falso o inconveniente, difícil de realizar por lo abundante y agotador dada la cantidad de personas que habría que destinar a tal cometido… Entonces, ¿quoi faire? ¡Eureka! Lo tengo, lo tengo. Dejar que todo siga igual, pero poco. Quiero decir, hacer como que no, pero sí. En definitiva, ‘Capar‘.

Así se ha hecho, así se está haciendo. Mientras que los mensajes que circulan de arriba abajo no se someten a ninguna prueba de la Verdad y se reproducen ‘ad infinitum’, los que circulan de abajo arriba o incluso en horizontal son sospechosos de inicio. Por esta razón, al pasado ha quedado relegado eso de reenviar a todos los grupos el mensaje gracioso, el pensamiento crítico, la convocatoria molesta, la noticia no comprobada… Todo -se dice- se hace en pro de la Libertad y de la Verdad, por nuestra conveniencia, aunque a ella lleguemos ‘capaos‘ y reducidos a la condición práctica de menores de edad.