Capelo cardenalicio

Por Cayetano

22 de marzo de 1618. El papa Paulo V concede el capelo cardenalicio al Duque de Lerma, quien lo había solicitado para lograr la inmunidad y proteger así su persona con motivo de la celebración del juicio por el asesinato de Francisco Juara a manos de Rodrigo Calderón, confidente del duque.  El Duque de Lerma era el valido de Felipe III.  Ambicioso e intrigante, supo aprovechar su cargo para lucrarse y favorecer a su familia y a sus amigos.  El rey Felipe III, más conocido como el “Piadoso”, nunca tuvo excesivo interés por los asuntos de gobierno. Entregó el poder en la práctica a su duque de confianza, don Francisco de Sandoval y Rojas, quien hizo a menudo de las suyas.  Este siniestro personaje estuvo detrás de hechos importantes de enorme trascendencia para el país, como por ejemplo, la expulsión de los moriscos que se inició en 1609 y supuso la ruina económica para España.  De él se decía…  “Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado.”  Fue el paradigma de la corrupción en España.  Y creó escuela.