Capital semilla, el inicio del emprendimiento

Por Finproyectos @FinProyectos

Capital semilla es uno de los términos que se ha acuñado en el argot de los negocios. Esto a razón de que existe, digamos, un mover de emprendimiento tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo. Es interesante ver la cantidad de libros, conferencias y convenciones dedicados al emprendedurismo en donde le proveen de herramientas para el desarrollo de las diferentes ideas de negocios.

No obstante, uno de los principales retos que enfrenta quien emprende cualquier proyecto de negocio es el dinero. La manera en que puede ser financiado o capitalizado. De hecho, según la revista Forbes México, un estudio realizado por el Grupo FIGA, revela que los tres principales obstáculos que tienen quienes emprenden son: Financiamiento, mala administración y dificultades en las ventas y las cobranzas.[1]

Y lo que llama la atención de todo este estudio es que dos de los tres principales problemas tienen que ver directamente con las finanzas (estamos hablando de un 66%), mientras que el resto de ellos, de manera indirecta tiene que ver con el mismo tema del dinero.

En ese sentido, el financiamiento dentro del contexto del emprendimiento es determinante.

Tener acceso a los recursos necesarios es toda una tarea que debe desarrollar quien está tratando de materializar su proyecto de negocio, y dentro de las opciones disponibles está el capital semilla, del cual vamos a hablar hoy. Explicando en qué consiste y cómo es la mejor manera de que lo obtengas para tu emprendimiento.

El capital semilla prácticamente se explica a sí mismo; ya que hace alusión al inicio del proyecto (semilla) y, evidentemente, a la financiación (capital) del mismo. No obstante, al hablar de este tipo de capitalización, usualmente se vincula a tres figuras básicas:

  • Inversionista Ángel
  • Capital familiar
  • Crowdfunding

Ya que son los que por lo general están dispuestos(as) a asumir los riesgos vinculados a una idea de negocios nueva. A todo esto, es importante resaltar que el capital semilla tiene una connotación de participación dentro del proyecto distinta a la de un inversionista común o bien el financiamiento de una institución financiera.

A razón de que estas dos últimas figuras lo hacen a título de préstamo en donde quien emprende debe tener que devolver el capital más los intereses a quien se los facilitó (institución financiera) o, dependiendo del tipo de acuerdo, tiene una cuota fija independientemente de la ganancia o pérdida generada. Como también sujeta al mercado o a los resultados de la empresa.

En ese sentido, del tipo de capital que hablamos hoy tiene que ver estrictamente con financiar proyectos nuevos y las implicaciones de acceder a ellos. Tienen que ver con la manera en que se negocian los beneficios, teniendo como fundamento el intercambio por acciones dentro del contexto de la empresa naciente, y en función de los resultados de la empresa.

A todo esto, la pregunta que surge es ¿Cómo acceder a este tipo de financiamiento? O ¿De qué manera se pueden atraer inversionistas para lograr financiar un start up con capital semilla?

Para esto vamos a ofrecer dos pautas básicas que te pueden servir para acceder de manera exitosa a este tipo de capitales, con el fin de lograr tu objetivo de financiar tu emprendimiento.

Pauta No. 1: Los intereses

En primer lugar, y respondiendo directamente a la pregunta, debes tomar en cuenta que en todo esto lo que se mueven son intereses. Es decir, más allá del sueño que puedas tener de tu idea de negocio, y del romanticismo que conlleva, es importante que tengas presente que quien va a invertir en tu negocio no necesariamente coincide con tus sueños y tiene la expectativa de ganar dinero.

Por lo tanto, dentro de todo el contexto para acceder al capital semilla, lo primordial y más atractivo para quien se interese en tu proyecto es la factibilidad (si se puede llevar a cabo) y el retorno (los beneficios que pueda generar) y todo esto parte de las expectativas que cada capitalizador tenga.

En otras palabras, debes tener tus números cuadrados, en orden y entendibles. De manera que quien ve tu proyecto tenga una noción clara y precisa de lo que se trata tu idea y pueda tener los elementos necesarios para tomar una decisión.

De hecho, para hacerlo mucho más puntual, lo que le interesa saber, entre otras cosas, se resume en tres preguntas básicas:

  • ¿Cuánto hay que invertir?
  • ¿Cuál es el retorno de la inversión?
  • ¿En qué tiempo recupero dicha inversión?

Si logras responder estas tres preguntas, desde la perspectiva de quien invierte de manera satisfactoria, obtendrás el éxito en tu búsqueda de capital.

Le pudiéramos añadir una cuarta pregunta que tiene que ver con los riesgos, pero para ser honestos, no todo el que pone un capital semilla pregunta específicamente por eso, y por lo general tiene asesores financieros que les asisten, además de la experiencia que puedan tener en el tema en cuestión.

No obstante no todas las personas que proveen este tipo de financiamientos son gurúes de los negocios, como es el caso del capital que viene de las familias o el crowdfunding, que son maneras particulares en cómo conseguir capital para tu proyecto.

En el caso del familiar es más fácil de conseguir porque es tu familia, y la ventaja de este tipo de financiamiento es que la presión es menor, aunque puede ser grande no se compara a la de un inversionista ángel. Y con el tema del crowdfunding las personas no necesariamente están buscando un retorno en la inversión, es más que todo una colaboración puntual a un proyecto de negocio que le interesa.

Pauta No. 2: Participación accionaria

En segundo lugar debes tomar en cuenta que parte de las estrategias de convencimiento que tienes es el nivel de participación accionaria de tal o cual inversionista. Es decir, qué tanto de la empresa van a poseer. Pero debes tener cuidado porque, aunque la persona o grupo de ellas ponga quizás la totalidad del emprendimiento, la idea sigue siendo tuya, y es tu proyecto. Por lo tanto, lo que sea que le vayas a ofrecer debe ser menos del 50% y con esto puedes tener la última palabra dentro del contexto de tu empresa.

En estos temas de participación accionaria es prudente que te auxilies de profesionales de las finanzas y del área legal, porque estamos hablando de asuntos muy serios en términos de empresariales, y cada paso que des debe ser conforme a lo que has visionado. De manera que puedas lograr materializar con éxito tu nuevo emprendimiento, y obtener la financiación necesaria para lograrlo.

Y si no tienes la capacidad de solventar a profesionales de estas áreas, puedes acercarte, en caso de que existan en tu país, a incubadoras de empresas o bien a espacios de asistencia a emprendedores como universidades o entidades sin fines de lucro dedicadas al desarrollo de ideas de negocio, en donde quienes participan de ellas por lo general lo hacen de manera voluntaria.

El capital semilla es una opción a la cual puedes acceder para financiar tu nuevo proyecto. Este tipo de financiación va muy de la mano de tres tipos capitalizadores: Inversionistas ángeles, familia y crowdfunding. Los cuales van a presentar diferentes niveles de satisfacción en términos de intereses y de participación dentro de tu proyecto.

Es por eso que debes tomar en cuenta dos pautas básicas para acceder a él: 1- Los intereses y 2- La participación accionaria. Estos dos elementos son vitales a la hora de sentarte a plantear el proyecto ya que en ellos se resume toda la estrategia que vas a llevar a cabo para financiar tu proyecto.

Y si esta entrada sobre el capital semilla te ha sido de utilidad te invitamos a que comentes y compartas. Tus opiniones y aportes son de gran importancia para esta comunidad y enriquecen el debate. Y si te interesa profundizar en el tema te sugerimos adquirir el libro Cómo cerrar rondas de financiación con éxito escrito por Brad Feld y Jason Mendelson haciendo clic en la imagen más abajo.

[1] Artículo "5 errores de emprendedores inexpertos" consultado 04/08/16