La película nos narra los orígenes del superhéroe sin verdaderos poderes, el Capitán América. En medio de la segunda mundial, Steve Rogers, un debilucho joven, no hace otra cosa que intentar enrolarse en el ejercito norteamericano, para poder contribuir, y honrar la memoria de su padre. Es rechazado en numerosas ocasiones, hasta que en la última, sus peticiones son atendidas por un científico desertor de la Alemania nazi, que pretende llevar un experimento con él. Tras un periodo de instrucción, donde demuestra sus bondades como persona, se somete al experimento a Rogers, el cual es un éxito, y se convierte en el primer y último supersoldado. Tras una serie de eventos publicitarios, por fin puede demostrar su valía, enfrentandose a la organización Hydra, comandada por Cráneo Rojo.
La historia, a pesar de ser increíble, se desarrolla con gran naturalidad, y cada suceso que ocurre, tiene su lógica.
En definitiva, una solvente película de superhéroes, que recomiendo, y que sirve como adelanto perfecto a Los Vengadores (muy justificado su subtitulo)