Capítulo 1 - Mi llegada al campamento

Publicado el 13 octubre 2014 por Selene2

Correr. Solo esa palabra me puede ayudar en este momento. Correr sin mirar atrás. Correr hasta llegar al pino. Esas han sido las palabras de la mujer que me he encontrado en mi huida de casa.
   "-Me llamo Nea. Solo quiero ayudarte. Escucha mis palabras y tenlas muy en cuenta. ¿Conoces todos los mitos griegos, de dioses, sirenas, cíclopes y semidioses? Bien. Todo es real."
La palabra real aún hace eco en mi mente. Pero no ahora. Ahora solo puedo pensar en correr. Siento los goterones de sudor deslizándose por mi piel, empañando mi visión. Oigo un gemido a lo lejos, y los músculos de mi cuello se tensan más aún. Entonces veo una luz. Una luz que, aun que pequeña, sirve para avivar mis esperanzas. Sé que me queda poco y fuerzo a mis cansados músculos a producir un último subidón de energía. Mis pies aceleran hasta lo imposible y siento como si una fuerza externa que me defendiera de todas las ramas y las piedras. Atravieso una muralla invisible y, justo antes de desfallecer, oigo el ulular de un búho.
***
Abro lentamente los párpados. Siento la boca pastosa y los músculos entumecidos. Intento alzar la cabeza pero lo único que consigo es que mis piernas rujan de dolor y, en consecuencia, que un gemido débil salga de mis labios. De pronto un paño húmedo me refresca la cara y los brazos y me fijo en la persona que me está ayudando. Es un chico, de unos 16 años (creo). Tiene el pelo castaño y los ojos color miel. Me habla.
   -Eyy, al fin estás despierta. Ya empezábamos a preocuparnos. Cuando te encontré hace tres días al lado del pino de Thalía, estabas desmayada y unas arpías intentaban atravesar el escudo para atacarte. Por suerte lograste atravesarlo que si no... Aun que soy muy maleducado, me llamo Ian, hijo de Apolo. ¿Y tú?
   -Waaralla...ija d nea...- balbuceé torpemente.
   -¿Qué? Jajajaja, ¿podrías repetirmelo? -le miré con una mueca de disgusto y él me sonrió de vuelta.
   -Saraya, hija de Atenea -pronuncié cada sílaba exageradamente.- Pero no me gusta que me llamen por mi nombre completo. La gente me suele llamar Sara.
   -Encantada Sara, hija de Atenea. -Me sonrió acompañándose de una absurda reverencia- Bienvenida al Campamento Mestizo.


Este es el capítulo uno. Si queréis que continúe con la historia solo comentarlo :)
Esta entrada participa en la iniciativa La senda de los Dioses