Estamos a finales de los 60, es un día de un semana cualquiera, son las 8 de la mañana y una adulta preinformática llama a su pequeño hijo, el niño preinformático, para que se levante, ¡ Hay que ir al cole!
Después de pasar por el baño, para aliviarse de toda la noche y asearse, empieza el ritual de vestirse su individual uniforme de niño preinformático, porque el va a un colegio nacional ( el nombre de los colegios públicos en esos años), su primo que va a uno privado tiene un uniforme colectivo.
En cualquier caso los dos uniformes son sensiblemente parecidos, empieza el ritual como si de un torero que va salir a laplaza se tratará, lo primero es enfundarse su camiseta de tiras, como si fuese un jugador de baloncesto o un currante en la obra en verano, después sus gallumbos blancos, más adelante su adulta preinfomática le comprara camisetas y calzoncillos en colores azul y amarillo pálido, a continuación la camisa, el jersey y el pantalón de tergal, y el primo que va al colegio privado, una ridícula corbatita con el nudo hecho y una goma elástica para colocársela como si fuese un babero.Estamos todavía en invierno, pero por si hace buen día y puede salir al recreo, el niño preinformático mete en los bolsillos de su pantalón de tergal la peonza, las canicas o las chapas , los útiles de los que os hable en el primer capítulo de esta historia.El niño preinformático se pone su anorak y sus botas catiuscas , coge su cartera y sale de casa camino del colegio. Si, sus botas catiuscas, el niño preinformático vive en Carabanchel, un barrio de Madrid, y a finales de los 60 hay muchas calles sin asfaltar y sin aceras, todavía son de tierra, la noche anterior ha llovido y el niño preinformático se tiene que meter en los primeros charcos de su vida, y estos son reales, no figurados como los que tendrá que atravesar cuando se haga adulto.Ha llegado la primavera y el niño preinformático cambia su pantalón de tergal largo por la versión corta, que algún compañero de clase ha aguantado todo el invierno sufriendo el azote de los granos de arena en sus piernas los días de viento y la mofa de sus compañeros que le consideran infantil, estado al que vuelven ellos con este inicio de primavera.El primero es la parca tipo Kung-Fu, de piel vuelta y forro interior de borrego imitando la lana de los idem, con enganches formados por inmensos botones en forma de dos troncos de cono de madera unidos por su base, esta prenda sustituiría al anorak, y junto con la mochila bandolera que sustituye a la cartera, le da al niño preinformático un aspecto similar a David Carradine, el popular pequeño saltamontes en la mencionada serie de televisión de aquellos años.
Otra sustitución que se produciría es la de los pantalones de tergal por los vaqueros o Jeans, de marcas muy diversas, la nacional y económica Lois, las más internacionales Lee y Wangler o la made in USA y clásica Levis Strauss.