Capítulo 6: El primer libro

Por Ireneu @ireneuc

El estallido de la crisis económica de 2008 significó la caída en picado de la economía productiva del país y la aplicación, poco a poco, de recortes draconianos por todos lados. Ello significó que, por un lado, mi negocio empezara a ir mal y que, por otro, Memento Mori fuese reflejo de mi menor disposición de tiempo y, sobre todo, de mi hastío para con los políticos que habían permitido que la situación hubiese llegado hasta aquel nivel de estupidez. En este punto, los artículos se fueron espaciando (de diarios, pasaron a ser semanales o incluso mensuales) y los que escribía eran más corrosivos que un cóctel de ácido sulfúrico con limón. No obstante, de tanto en tanto, en vez de escribir nuevos posts, aprovechaba algunos de los cuentos cortos que había escrito años atrás para republicarlos en el blog. Cabe decir que, entre tanta negritud existencial, estas publicaciones eran una bocanada de aire fresco y la gente me lo expresaba con sus comentarios. Unos comentarios y unas visitas que habían bajado en la misma proporción que habían bajado mis publicaciones y la aparición de Facebook y Twitter se popularizaban. No obstante algo me hizo cambiar la tendencia.


A finales de 2009 tuve la suerte (al menos quiero verlo así) de que me regalaran un ejemplar de " El sentimiento negativo", un libro que había escrito el mediático y polémico Risto Mejide. El libro era tan malo, pero tanto, que no pude, por menos, que pensar que si este personaje había tenido la santa jeta de publicar una bazofia (y lo digo con plena consciencia de la palabra) como esa, los relatos surrealistas que había acumulado durante tantos años, merecían la oportunidad de ver la luz pública en un libro. Y a ello que me puse.


Así las cosas, gracias al escritor perico (y por aquel entonces, amigo) Sergio Fidalgo, entré en contacto con la editorial Paralelo Sur que, por una cantidad relativamente asequible, me daban la oportunidad de autopublicarme un libro. De esta forma, haciendo yo mismo todo el proceso de maquetación, diseño de portada y distribución (ya que iba a visitar los clientes, aprovechaba para contactar con las librerías cercanas para que lo tuvieran), hice una tirada de 100 unidades de un recopilatorio de 25 cuentos cortos que acabó por ser mi primer libro: Relatos para una mente abierta (2010).


Presentado en sociedad en la biblioteca Can Sumarro de L'Hospitalet el 19 de junio de 2010, rodeado de amistades y familiares, y con la inestimable introducción del -aún a dia de hoy- amigo David Palomar (otro perico del FBI, por aquel entonces concejal del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs), el libro y con él mi incipiente carrera de escritor, darían sus primeros pasos.

Al final, y como se esperaba, el libro no fue un éxito de ventas, pero salió lo comido por lo servido, por lo que tampoco fue un fracaso. No obstante, para lo que sí sirvió fue para encontrar una nueva motivación con la que escribir de nuevo en el blog. Valga como dato que de los 31 artículos que había redactado en 2009, pasé a publicar 135 a lo largo del año 2010. Un aumento de producción literaria que más allá del "chute" motivacional dado por el libro, lo que pretendía en el fondo era ahogar la amargura de ver cómo, por mucho que trabajaba, mi negocio no remontaba y que, los indiscriminados recortes en educación, lo único que hacían era ponerme la soga al cuello un poco más. Una situación preocupante que hacía que aquellos ácidos artículos escritos fuesen un fiel reflejo de mi pesar y que, más que una vía de escape, fuesen una retroalimentación de mi frustración y desasosiego. Sin embargo, y como suele ocurrir la mayoría de veces, estas cosas se ven mejor desde afuera que desde dentro.


Mi pareja, al tanto de lo que pasaba, me propuso que, en vez de dedicar mi tiempo y mi mente a corroerme yo mismo con aquellos escritos tan negativos, le diese un giro en positivo a mi escritura y me dedicase a explicar de forma constructiva todo lo que sabía. Unos conocimientos que demostraba sobre todo en el ámbito familiar, y que les llevó a ponerme el sobrenombre de " Iripedia", habida cuenta que siempre que hay una pregunta acostumbro a tener la respuesta. La propuesta me gustó y, a partir de entonces, en vez de dedicarme a emitir mis opiniones personales, empecé a contar las cosas curiosas del mundo que me rodea y que, hasta aquel momento, había mantenido almacenadas en mis migrañosas meninges.


El cambio tuvo un éxito rotundo. Los artículos de opinión, que malamente acumulaban unas pocas decenas de visitas, dieron paso a unos artículos de curiosidades que llegaban a superar los varios miles de visitas. Estos posts, cada vez con más audiencia, serían la base que me llevarían a convencerme de que, tal y como me decían los más allegados, yo era un escritor profesional. Un escritor que llegaría a publicar más libros de los que jamás habría imaginado (podéis ver todos los libros que he escrito hasta ahora en la pestaña " Mis libros" de Memento Mori!) y con una capacidad de influencia totalmente inesperada, como pude vivir durante el año 2011.


La semana que viene os lo cuento.