Hay un lugar de Nueva Zelanda que visitamos en la víspera de la Navidad pasada del que nunca escribí. El motivo fue porque justo estaba en plena transición entre mi anterior blog y éste, y se me pasó. Ese lugar del que hablo es nada más y nada menos que el Abel Tasman, para mí, el mejor lugar que estuvimos por estas tierras, hasta ahora.
Corrían los días de diciembre 2013 y con los chicos no pusimos a planificar un viaje para Navidad. Como tendríamos 6 días libres, decidimos hacer un viaje largo y conocer el maravilloso Parque Nacional Abel Tasman. Para esta aventura éramos 8 personas, que fuimos distribuidos en dos autos. Por un lado estábamos Laura, Flor, Jordana y yo, que viajamos desde Ashburton hasta el Abel Tasman en nuestra Van; y por otro estaban Mica, Mauri, Mike y Edgardo que iban en el auto de Mica. Nosotros salimos el viernes 20/12 a las 17 horas y los chicos que viajaban en el auto de Mica lo hicieron al día siguiente a las 6 am. Ese viernes a la noche paramos a dormir en un camping en el Parque Nacional Nelson Park, a orillas del Lago Rotoroa.
El sábado al mediodía nos encontramos los 8 en la ciudad Motueka, nos hicimos de algunas provisiones y salimos para la ciudad de Marahau, dónde comenzaríamos una caminata de 3 días recorriendo las costas del Abel Tasman, con un trayecto de 55 km, toda una travesía para nosotros, pero no nos achicamos y emprendimos este peregrinaje. Dejamos los autos en un estacionamiento en Marahau, nos calzamos nuestras mochilas a los hombros, llenamos algunas botellas de agua, nos pusimos protector solar y nos hicimos a la marcha. Cabe aclarar que en el parque Abel Tasman no hay ningún lugar donde comprar comida ni agua potable, así que nos tuvimos que llevar alimento para los 3 días que duró la caminata, por lo que las mochilas iban bien cargadita. Además llevábamos carpas, bolsas de dormir y algunos utensilios más de camping.
PRIMER DÍA EN EL ABEL TASMAN
El primer día hicimos 13 km. El recorrido fue desde Marahau hasta Torrent Bay. Los primeros kilómetros resultaron fáciles. Estábamos con muchas ganas y el paisaje que nos brindaba el Abel Tasman era motivación suficiente para seguir hasta el final. Luego de caminar un par de horas el cansancio se hizo notar en todos y tuvimos que hacer algunas paradas para recuperar energía. Nuestras mochilas parecían que pesaban una tonelada, y el agotamiento, producto de nuestro poco estado físico, nos hacía aminorar la marcha cada vez más. ¿Qué decir del camino? Maravilloso. Paisajes alucinantes, y el día nos acompañaba con un estupendo cielo despejado en su totalidad. De entrada se formaron algunos subgrupos de acuerdo a la resistencia de cada uno. Mike, Mauri y yo picamos en punta, y marcábamos el paso al resto. Luego de unos kilómetros los dejamos atrás y seguimos nuestro ritmo. Por momentos íbamos en silencio contemplando el paisaje del Abel Tasman y por momentos nos enfrascábamos en exquisita charlas. Mike nos contó sobre su aventura de un mes en el Camino de Santiago y nos motivo para que lo hagamos algún día. Quedará en nuestros pendientes.
SEGUNDO DÍA EN EL ABEL TASMAN
El segundo día nos esperaban 10 km de caminata. Nos levantamos a eso de las 8 am. A pesar de dormir en carpas pudimos conciliar el sueño ya que estábamos exhaustos del primer día de caminata. Desayunamos un vaso de leche en polvo con algunas galletitas y frutas, nos acomodamos y salimos hacia el camino nuevamente. El paisaje seguía siendo sorprendente y por suerte el peso de nuestras mochilas había disminuido con respecto al primer día, por lo que la marcha fue ágil y apenas más placentera. Paramos para comer en la playa, otra vez arroz con atún y nos echamos una siesta al sol con el sonido del mar meciéndonos. Cuando caía la tarde llegamos al segundo destino el camping de Onetahuti Bay. Este camping por lo menos tenía una manguera que colgamos de un árbol y nos dimos una buena ducha. Además compensaba que a 10 metros había una bajada hacía una hermosa playa donde pudimos contemplar un bello atardecer.
Como al otro día teníamos que cruzar el estuario de Awaroa, y dependíamos de la marea que estaría baja hasta las 9 am, nos acostamos temprano con la intención de madrugar. Esa noche no sé qué soñamos porque ya estábamos agotadísimos de tanto caminar y cargar tanto peso en las espaldas.
TERCER Y ÚLTIMO DÍA EN EL ABEL TASMAN
El tercer día de caminata fue el último. Teníamos que llegar hasta el campin de Totaranui con el cruce del estuario de Awaroa de por medio. A diferencia del primer estuario que cruzamos el primer día, éste era mucho más largo, y había partes donde tenías que cruzar con el agua hasta las rodillas.
NAVIDAD EN LA CIUDAD DE NELSON
Y así pasó un destino más en este fabuloso viaje por Nueva Zelanda. Como dije al principio, tuvimos la suerte de conocer uno de los lugares más impresionante del mundo como es el Parque Nacional Abel Tasman. Contento de volver a recordar esta experiencia qué ocurrió hace aproximadamente 4 meses, pero que quedará guardado en mis recuerdos para siempre.
El Abel Tasman damas y caballeros, un lugar de ensueño. Para no perdérselo.
Nos leemos en la próxima!
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Pila González
Escritor | Viajero | Licenciado en Administración. Actualmente me encuentro viajando por el mundo y decidí crear este espacio virtual para unir dos pasiones: Escribir y Viajar. Pila en Google+
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