Cuando hablamos de “cuidarnos” podemos estar diciendo muchas cosas. Por ejemplo, cuando te despides de alguien y le dices “cuídate”, quieres decirle que quieres que esté bien hasta la próxima vez que le veas. Cuando una persona con exceso de peso va a “cuidarse” quiere decirnos que va a hacer dieta y ejercicio para recuperar su peso normal. Pero en este post no vamos a hablar de ninguno de estos sentidos de cuidarse (ojo, no por ello son menos importantes). Si no de otro nivel de quererse a sí mismo, quizás de un nivel más superior al que debemos aspirar cuando los otros estadios están cubiertos. Hablamos del hecho de cuidarse por fuera y por dentro, de mimarse, de querernos más a nosotros mismos y de tener una mayor calidad de vida.
Desde hace un tiempo se han puesto muy de moda las empresas que regalan experiencias. Hablamos de esas cajitas tan famosas que lo mismo te obsequian con un fin de semana en una casa rural, un viaje o una cata de vinos. Lo mejor son sus regalos Bienestar.
Smartbox acaba de sacar al mercado “Vitalidad para Dos”. Una caja-regalo con que podremos disfrutar, junto a nuestra pareja, de un tratamiento wellness como, por ejemplo, una envoltura con arcilla del Amazonas o un ritual de oro y perlas. En total, 285 tratamientos repartidos por toda la geografía entre los que poder elegir.
Para los más activos, Cofre Vip nos ofrece el cofre “Momentos de Excepción” con el que tendremos la posibilidad no sólo de disfrutar de estancias exquisitas, sino también de Relax & Bienestar, velocidad extrema, golf & gastronomía, acrobacia aérea… ¡Más de 40 experiencias a nuestra disposición!
Pero si lo que realmente queremos es “Mens sana in corpore sano” podemos regalar la Tarjeta Regalo Cuerpo y Mente de La Vida es Bella. Con ella disfrutaremos de una de sus 340 Experiencias Zen. ¡Al fin la paz interior!
Y para los menos exigentes: el Cofre-regalo Burbuja bienestar de WonderBox. En total, 130 rituales de bienestar a elegir: masajes, tratamientos, manicuras, envolturas, circuitos termales, pedicuras, maquillaje, peluquería… ¿Cuál es el tuyo?