Comparto mi relato para la convocatoria que, sobre el tema «vida», abre Salto al reverso para reunir obras que se incluirán en la Antología anual.
Mírate. Qué cara de felicidad tenías ahí. A los diez años la vida es una promesa continua de juegos y aventuras. ¿En qué momento se nos olvida? ¿Cuándo empezamos a complicarnos con obligaciones, con la maldita responsabilidad?
En esa foto estáis todos radiantes. Mira a Silvia, cómo ríe. ¿Cuánto hace que no hablas con tu hermana? Las obligaciones… La responsabilidad… Claro.
¿Te acuerdas de los demás? Qué bien lo pasasteis ese verano, ¿eh? Es curiosa la mente. Han pasado…, no sé, ¿treinta años? Y, sin embargo, recuerdas cantidad de detalles de esas vacaciones. En cambio, has olvidado la mayor parte de lo que hiciste la semana pasada. Seguro que todo muy responsable.
¿Qué habrá sido de ellos? ¿Serán felices? Si lo son, seguramente no se pasarán horas contemplando estos fotogramas de un pasado al que te aferras como a un salvavidas, para no…
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