Los científicos estudian el huracán para conocer mejor los que se producen aquí en la Tierra, que se alimentan de agua caliente del océano. Tanto el huracán terrestre como el de Saturno tienen un ojo central sin nubes o nubes muy bajas, rodeado de una pared de nubes altas y otras que giran en espiral.
Se mantiene quieto
Pero el huracán saturnino es mucho más grande y gira sorprendentemente rápido. El viento sopla cuatro veces más rápido que los vientos huracanados de la Tierra y, a diferencia de los huracanes terrestres, que tienden a moverse hacia al norte, este se mantiene quieto, atascado ya tan al norte como es posible. «El huracán polar no tiene ningún sitio adónde ir, y eso es probablemente por lo que se ha atascado en el polo», dice Kunio Sayanagi, de la Universidad de Hampton, Virginia.
Los científicos creen que la enorme tormenta se ha estado produciendo desde hace años, incluso cuando Cassini llegó al sistema de Saturno en 2004. Pero entonces la nave no pudo ver el fenómeno porque el polo norte estaba a oscuras, en pleno invierno. Solo cuando la luz solar comenzó a inundar el hemisferio norte del planeta hace algunos años fue posible apreciarlo. Para fotografiarlo por fin, la Cassini tuvo que cambiar su órbita, una maniobra complicada que implica sobrevolar Titán, una de las lunas de Saturno, y que requiere años de planificación.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA