Más de un centenar de científicos, algunos españoles, se han unido para detectar la escurridiza ‘luz de fondo extragaláctica’. Se trata del conjunto de fotones generados por todas las estrellas y agujeros negros del universo, y del que se puede deducir las emisiones estelares más antiguas. El estudio se ha elaborado con los datos del telescopio espacial Fermi de rayos gamma.
El telescopio Fermi de rayos gamma ha facilitado los datos. Imagen: NASA E/PO, Sonoma St.University, A. Simonnet.
Un grupo internacional de investigadores ha podido diferenciar y caracterizar mejor la luz de las primeras estrellas dentro de la denominada ‘luz de fondo extragaláctica’ o EBL (por sus siglas en inglés: extragalactic background light).
“La EBL es el conjunto de fotones que generan, sobre todo, las estrellas, pero también todos los agujeros negros del universo”, explica a SINC Marco Ajello, del Deutsches Elektronen Synchrotron DESY (Alemania) y autor principal del trabajo que publica Science.
“La luz de las primeras estrellas masivas que alguna vez brillaron en el universo está incluida en la EBL, pero como tenemos bastante buen conocimiento del resto –de las estrellas ‘normales’ que podemos ver, por ejemplo, con telescopios ópticos–, somos capaces de restringir la luz de las primeras”, explica el investigador.
El equipo ha tenido que solventar el hecho de que los fotones de la luz de fondo extragaláctica no se pueden observar directamente, ya que se confunden con las emisiones en primer plano de nuestro sistema solar y las galaxias.
La ayuda de los ‘faros cósmicos’
La solución ha sido localizarlos de forma indirecta, con la ayuda de las fuentes de rayos gamma más numerosas: los blazars (núcleos galácticos muy activos con un agujero negro supermasivo central).
Los científicos han detectado los fotones de la EBL por sus efectos en los fotones de rayos gamma que emiten esos agujeros negros. Las observaciones se han efectuado con el telescopio espacial Fermi, específico para estudiar ese tipo de rayos.
“Hemos usado los blazars como ‘faros cósmicos’, de tal forma que al analizar cómo se atenúan los rayos gamma debido a la ‘niebla’ EBL, podemos cuantificar cuanta luz de fondo extragaláctica hay entre nosotros y esos objetos lejanos”, señala Ajello. “Como los blazars están distribuidos a través del universo, podemos medir la EBL en diferentes épocas”.
De esta forma, los científicos han podido caracterizar mejor la EBL dentro del espectro de luz (desplazamiento al rojo), así como la tasa de formación de la primera generación de estrellas. Con estos datos confían en poder comprender mejor la naturaleza de la formación estelar y la evolución de las galaxias.
Entre los más de un centenar de investigadores que han participado en este estudio, figuran dos españoles del Institut de Ciències de l’Espai (IEEE-CSIC) y la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA).
Referencia bibliográfica:
Markus Ackermann et al. “The Imprint of The Extragalactic Background Light in the Gamma-Ray Spectra of Blazars”. Science, 1 de noviembre de 2012.
Artículo publicado en Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).