Es curioso que la vida se ría de ti.
Que se mofe descaradamente de ti.
Que te mire a la los ojos y te diga: JODETE.
¿Qué puede hacer uno en ese caso?
¿Qué puedes hacer cuando ya estás sentenciado?
Listas.
Una lista. Dos listas. Tres listas.
Listas de cosas que te quedan por hacer.
Jodidas listas.
Y luego morirte.
¨Kenny le ajustó el nudo corredizo para que quedara apretado lo justo contra su cuello. Ató el otro extremo al radiador. Aquello lo obligaba a sentarse con la espalda estirada y la cabeza levantada, como un perro orgulloso.
Si se movía, se ahogaría.¨
O puede que no.
Puede que uno antes de morir decida pasar cuentas.
RECUERDOS
Con unas dos semanas de vida por delante y unos ataques que te noquean donde quiera que estés, cualquier futuro es una utopía, una absurdidad. Lo más sensato es despedirte de tus seres queridos, llorar, lamentarse, joderse y aceptar que vas a morir.
O puedes hacer una lista y cerrar algún cabo suelto.
O puedes hacer una autentica locura.
Cualquier cosa será valida y las consecuencias algo de lo que no preocuparse.
Joder. Hagamos pagar a algún hijo de puta su osadía.
Porque uno de los nombres de tu lista no aparece, tu tiempo se esfuma, se marcha para no volver jamás, y un puto nombre de la lista no aparece.
Y no te vas a morir con cuentas pendientes.
Así que pides un poco de ayuda. Y sale el nombre. Sale a medias. Y no te cuadra. Hay algo raro.
¨Kenny estaba sentado contra la pared. El seguía tirado de espaldas en el suelo, atado a la silla. Era como si el tejido de la realidad se hubiera retorcido entre ellos.¨
Y surge de ti otra persona. Alguien que se parece a ti, pero que no eres tú. Alguien a quien las consecuencias le dan igual, alguien violento, frío, calculador.
Y que no tiene absolutamente nada que perder.
Y que esta decidido a llegar hasta el final para hacer cuadrar esa parte oscura que no cuadra en ese retrato infantil y evocador del nombre que tienes en tu lista. La puta lista.
Alguien va a estar jodido.
¨La cabeza le pendía inerte y Kenny pensó por un momento que quizá hubiera muerto. Lo único que sintió fue alivio.¨
Cross, menudo pedazo de escritor cabronazo. Con esa sutil potencia en su escritura que hace que los personajes cobren una fuerza increíble, con esa manera tan inglesa de escribir clara, concisa y limpiamente, con esa velocidad y credibilidad que le da al texto, del que no te puedes despegar ni un solo instante, con esa frialdad que imprime a la violencia que describe y que hace que todo el vello de tu cuerpo se erice sin tregua y constantemente, con esa tristeza que le graba a la vida de sus personajes y con esa cadencia que tiene la triste y desdichada historia de Kenny.
Cross es de esos que te agarran por los huevos y tiran fuerte. ¿Os suena, he?
Menudo cabronazo tío.
Capturado
Neil Cross
Es Pop Ediciones/Valdemar 2010
253 páginas.