Tenemos la gran fortuna de vivir en un país ultracatólico, uno de esos en los que las gentes de bien se encomiendan a sus santos cada día antes de salir a la calle a buscar trabajo y/o salir a rebuscar en los contenedores de basura un poco de comida para pasar el día. Un país que sufre porque está en crisis aunque la inmensa mayoría de la población mundial viva permanentemente en ella.
Todo esto me recuerda a ciertos politicos corruptos que salen en fotos fingiendo caritas de santos y van a misa los domingos mientras desangran a su pueblo en tanto que ellos se llenan sus bolsillos y los de sus amiguetes. Nada raro que Rouco Varela anuncie la canonización de algún general cuyo nombre no quiero pronunciar y anticipe que la señora Cospedal es seria candidata a la santidad.